Sangriento Flashback

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17•Septiembre•2000

Estaba despertándome de la siesta, en una grande, preciosa y vieja pero sofisticada casa, cuando vi como mi abuela me estaba observando, no quería que me cayese al suelo... Es mas rica... Abrí los ojos, y extendí mis brazos para levantarme. Cuando me di cuenta de que mi abuela se había percatado de que estaba despierto y se acercaba a mi.

-Hola lindo!- me dijo con una sonrisa- como ha dormido el pequeño locuelo?- me preguntaba al estilo abuela.- Tienes hambre, cariño?- me preguntó tras darme esos cálidos buenos días, a lo que yo asentí con la mirada.
Me trajo el desayuno, que me lo comí en menos de dos minutos, tenía mucha hambre.

-agagagaaaMAH! Aggagagaga MAAAAH!- balbuceé, aún no sabía hablar.

Me estaban vistiendo, cuando escuché a mi padre gritar.

-Soledad! Venga usted! Necesito su ayuda!- gritaba mi padre desde el salón.

-PERSONAL O DE TRABAJO?- me hizo daño de lo alto que gritó, así que me puse a llorar.

-Trabajo.- dijo sin gritar.

-VOOOY!!!!- volvió a gritar, mientras me mecía.- vamos a ver como trabaja papi, vale?- me dijo hablándome como lo que era, un bebé.

Salimos del cuarto y me sentó en la silla de bebé, frente al trabajo de mi padre.

-¿Como lo tienes que hacer esta vez, Jillian?- preguntó mi abuela con una sonrisa perturbadora.

-Que duela.- contestó mi padre, cogiendo unas tijeras- usted coja el cuchillo, o el machete.

-cogeré el machete, dijo sonriendo- pero con este, diviértase usted- le miró a mi padre rozando con el machete la nariz del trabajo de mi padre.

-DEIMOS! EN CINCO MINUTOS PUEDES VENIR Y JUGAR CON ÉL!- gritó mi padre a mi hermano mayor mientras le cortaba un dedo a su presa, su jefe.

Me hizo gracia ver como se retorcía de dolor y como trataba de quitarse las esposas y la mordaza ensangrentada, es más, daba botes y soltaba risas a cada expresión de dolor del indefenso señor, por lo que mi padre me miraba, reía y le hacía otro pequeño corte, a lo que yo respondía con otra carcajada de bebé.

Tras cinco divertidos minutos torturando a su jefe, apareció mi hermano, con dos lentillas blancas, su pelo verde y el septum en la nariz, vestía de negro, unos vaqueros ajustados, unas botas góticas, de cuero, con pinchos, correas, grilletes y unas plataformas de 5 cm mas o menos, un sweater de un triángulo en 3D con un ojo abierto dentro, un ancho collar de metal plateado y una gorra plana de D&G encima de su tupé. DE MAYOR QUIERO SER COMO ÉL!!.

-Escoja su arma caballero- dijo mi padre de broma, mientras se apartaba para dejarle paso a los utensilios.

-martillo...- susurró mi hermano con una traumante, terrorífica, perturbadora y psicópata sonrisa

-Está bien caballero,- contestó riéndose mi padre, haciéndole entrega de su arma- tiene 30 segundos para acabar con él.

-Sólo me harán falta 15...

Mi padre se dirigió a la puerta, dándonos un beso en la frente a mi hermano y a mi- Divertiros, estaré tras la puerta- aclaró con una sonrisa psicópata.

-Hola, Jefe de Papá- susurró mi hermano, acercándose a su rostro y sentándose sobre su regazo- te acuerdas... de todas esas noches.. Que jugabas conmigo a juegos de mayores?- le dijo acariciando su cara con el martillo- pues por eso estás aquí...- le susurró pegando sus labios y cogiendo impulso con el martillo- Pero antes, ¿Que tienes en el bolsillo?- preguntó metiendo la mano en su bolsillo- UN CHEQUE DE 3.000$!!- contestó guardándose el cheque.- muchas gracias...- le susurró algo al oído, que no llegué a entender.

El jefe de mi padre era multimillonario, y una gran parte de su fortuna, en concreto el 81%, era nuestra, normal, es el padre biológico de Deimos...

-18 segundos hijo!!- gritó mi padre.

Veía como mi hermano se reía y se levantaba a la vez, hasta que terminó de ponerse en pié y alzó el martillo, cogió impulso y le partió la mandíbula, lanzándola cerca de donde yo estaba, haciéndome reír y botar sobre la silla.
Volvió a coger impulso, y le arreó otro martillazo, partiéndole el brazo en dos. Era increíble la fuerza que tenía para tener 14 años, bueno, 15 dentro de dos días. Por último, cogió un frenesí de impulsos, dándole como 15 martillazos en todo el cuerpo, haciendo que se desangrase por completo, había teñido las paredes de rojo. Sólo quedaba el tronco, media pierna y algo de las extremidades, lo demás estaba separado y destrozado.

-te han sobrado 5 segundos hijo!!- dijo mi padre riendo y entrando en el gore salón.

-Toma tate- me entregó un biberón de sangre, que yo me bebí encantado, a pesar de haber bebido el desayuno hace 10 minutos.

* * *

Dos días después, mi hermano estaba en el hospital, estaba en un coma grave, mi padre, Jillian, quería hacerse con su nueva fortuna, 790.003.000,97$.

-Disculpe, caballero- le dijo la enfermera a mi padre- deben salir 30 minutos, vamos a ver si reacciona.- nos dijo mientras mi papa me cogía en brazos.

-Claro...- accedió saliendo del cuarto.

30 minutos después, nos dejaron entrar, y vimos como le habían cambiado la vía a mi hermano, a lo que mi padre rió.

-Jillian?- preguntó una enfermera con un burqa.

-Estoy aqui, Alejandra- me sonó raro escuchar una marroquí con ese nombre- me has traído eso- preguntó extendiendo la mano que tenía libre.

-Tome, y tome- contestó dejando en su mano una jeringa para extraer sangre y una jeringuilla con una pegatina que decía "LETAL".
Se acercó a mi y me sacó sangre del cuello, sin anestesia ni nada, lo que me hizo llorar. Luego vi como echaba mi sangre en la bolsa de algún líquido, que nada mas caer una gota de mi sangre se volvió completamente rojo, que se conectaba a mi hermano mediante la vía, me puso una tirita en el cuello y salió corriendo de la habitación conmigo en brazos. Bajamos a la planta -3 en ascensor y puso una bomba detrás de un baldosín, en la que configuró: 12 • 11 • 2014 // 13:40

Volvimos a la habitación, donde cogió la jeringuilla que decía "LETAL" y me la inyectó en el cuello.

Se había dejado la puerta abierta, por lo que escuché:

-Alejandra!!!!! AYUDA!!! ESTÁ DESANGRADA EN EL ASCENSOR!!!- vi como mi padre se reía frenéticamente, lo que me causó miedo antes de...

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