Tic Tac

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Os he puesto una canción para que la escuchéis mientras lo leéis :3 pega mucho con la historia ^^!! Espero que disfrutéis de este capítulo lleno de actos inesperados ^^ chau.

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-Quieres jugar el nivel 5?- me preguntó mientras me acariciaba las mejillas.

-Ma... Mario- le miré mientras lloraba por el dolor de la puñalada física y psicológica.

-Ya iba siendo hora de que el peón 1 se revelase.- me dijo mientras me pasaba el cuchillo con la sangre de Deimos por la boca.- no crees?

-Ayúdame p~por favor- le pedí mientras le agarraba débilmente a la camisa del hospital que llevaba puesta.

-Que pasen las siguientes!- gritó Mario mientras me miraba con su mirada psicópata.

-Si..- contestó... NO PUEDE SER!!!

-Arriba, Cariño, es hora de jugar a las muñecas.- me dijo mientras me levantaba.

-No puedo... la espalda... duele- dije apoyándome en su hombro

-Oh es cierto...- me dijo mientras me apoyaba con cariño en el suelo.

Veía como ponía a 4 médicas en línea y frente a mi madre, que tenía un cuchillo apuntándolas. Dios mio, mi madre... Metida en esto... No puede ser...
Mario se acercó a ella, y le susurró algo al oído, a lo que mi madre, seria, le respondió afirmando con la cabeza y dejando caer el cuchillo, sacándose así de los pantalones una pistola. Apuntó a las enfermeras y gritó:

-La que mueva un puto pelo muere ENTENDIDO?!

Acto seguido, Mario le dio una puñalada idéntica a la que me dio a mi a cada una de ellas.

-no hay que dar ventajas- me dijo besándome.

Me levantó como en una noche de bodas, y con la esperanza de reencontrar a mi novio, me tumbó al lado de las médicas.

-Mario... Cielo...- dije indefenso, mientras escuchaba a las médicas chillar y llorar de dolor.

-Toma, hijo- me dijo mi madre ofreciéndome el cuchillo que había dejado caer.- tomad, putitas del doctor.- les insultó mientras les tiraba un cuchillo a cada una de ellas.

-Mamá...- le rogué llorando a mi madre.

-LOS 2 QUE QUEDEN VIVOS, JUGARÁN EL NIVEL 5! Y QUEREMOS JUGAR CONTIGO, ÁBALAM! O POR LO MENOS YO!!- gritó Mario.

-Si quieren jugar con él, a nosotras déjennos ir!- rogó llorando una médica, a lo que todas sollozaron.

-QUE COMIENCE...- empezó
a decir mi madre, ignorándolas por completo y apuntándome con su pistola.

-LA MATANZA- gritó Mario apuntando un tiro a mi madre.

-MAMÁ!!!- grité llorando mientras veía como ponía la mano derecha en el gatillo apuntándome y se le iluminaban los ojos de alegría.

-NO TOQUES A MI NOVIO ZORRA!- gritó Mario mientras le pegaba un tiro a en la cabeza.- estas bien, mi amor?- me preguntó besándome hiperventilando y con los ojos llenos de lágrimas.

No me podía mover, no me quedaban fuerzas, lo que veía me superaba, todas las médicas se había suicidado o lo estaban haciendo en mis narices: SE ESTABAN SUICIDANDO!!

Me desmayé.

* * *

-Buenos días mi vida- me dijo Mario mientras me besaba. Estábamos en una casa, no era la mía, supongo que sería la suya... Estaba acostado en frente de mi, a dos centímetros de mi cuerpo.- tenemos que ir a clase, como te encuentras?

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