Capìtulo 7 (Encuentro)

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-Abuela, no era necesario hacer una fiesta en mi honor- dijo la querida Astoria.

-Claro que no lindura, es hora que salgas, te diviertas, conozcas más a las personas, pases tiempo con amigos- le responde la abuela Rapunzel.

Ambas se encontraban limpiando y acomodando parte de su inmensa biblioteca que tienen dentro del castillo, un sitio donde abundan muchos libros, cientos y cientos, para la pequeña Astoria Rapunzel era un gran tesoro, una montaña de sabiduría para ella.

-Para lo único que tengo tiempo abuelita es para el estudio, no es momento de amistad o de amor, quiero ser alguien importante en mi vida, no solo una princesa que esté esperando a su príncipe-

-Lo sé querida pero el convivir con los demás te ayudará a desenvolverte en todo lo que quieras, siempre has sido muy inteligente Astoria, no me cabe la menor duda, verás que encontrarás amigos que te ayuden y estén contigo de verdad, en las buenas y en las malas, siempre dispuestos a ayudarte linda-

-Está bien abuelita, solo porque tú me lo pides lo haré, disfrutaré mi fiesta-Respondió Astoria abrazando a su abuelita Rapunzel-  por cierto ¿Mi mamá dónde está?-

-En lo alto de la torre como siempre leyendo, sabes... Es algo que heredaste de ella, siempre rodeada de libros y conocimiento, un mundo por aprender, por eso eres especial Astoria-

-Gracias abuelita- Contestó la peli rosa mientras seguían acomodando sus libros y ordenándolos en el castillo. Tenía que verse todo listo y reluciente para el baile en honor al cumpleaños de Astoria.





Por otro lado en el pueblo:

-Por fin pude comprar esta espada para seguir practicando, seré el mejor de todo el reino. Solo tengo que verme con Travis para seguir con el duelo que tenemos pendiente, por cierto tiene tiempo que no me escribe ni mucho menos me visita... Que extraño, bien de vuelta al castillo- Se dijo a si mismo Hawk mientras iba saliendo de la tienda donde había comprado su espada, y un grupo de princesas corriendo como locas, tras el como ya era costumbre.

-Ohhh no aquí vamos de nuevo- El principe amante de las manzanas comienza a correr a cualquier dirección lo que quería era librarse de esas doncellas que iban tras él.

-Oh querido príncipe espérame- dijo una dama

-Nooooo, él es mío quítate- dijo otra doncella

-Él es mío-

-Hawk cásate conmigo-

-Te quiero Hawk-

Así iban gritando una tras otra detrás del pobre príncipe Blanca Nieves, él lo único que podía hacer era correr hasta deshacerse de ellas.

-Ahora recuerdo porque casi no vengo aquí... ¡¡¡AYUDA!!!!- Gritó mientras corría a mas no poder el amante de las manzanas.





En otra parte del pueblo:

-Rose, quédate quieta te están tomando medidas para tu vestido del baile- dijo la abuela Cenicienta.

-Abuelita, esto es un sueño hecho realidad, es tan lindo, vestidos de diferentes colores, estoy soñando... ¡Huy que eso!  ¡ZAPATOS¡ los quiero todos- Rose se había maravillado con todo lo que veía, era un sueño para ella todo real, nunca se imaginó un lugar así, corría de un lado a otro y no se quedaba quieta para que le tomaran sus medidas.

-Tu nieta es algo impulsiva Cenicienta- Respondió la modista.

-Sí, pero es su forma de ser estuvo lejos de aquí mucho tiempo por eso se maravilla por todo lo que ve es sorprendente y fascinante para Rose-

-En eso estas en lo cierto cenicienta, sabes tengo unos vestidos guardados que hace tiempo hice, le quedarán a tu nieta, es más le van a encantar. Te los daré en lo que hago los suyos ya que me llevará tiempo- dijo la modista

-¿De verdad?... Rose ven acá por favor- Le llamó  Cenicienta a su nieta.

-¿Si abuelita?- Rose se va acercando a si abuela.
-Rose, tienen unos vestidos para ti, pruebate alguno. Veremos como te quedan cariño-

La modista sacó unos vestidos muy bonitos muchos en color rosa, parecían de ensueño, Rose al verlos se maravilló al verlos, casi se desmaya pero era más su emoción por ponerse uno y los zapatos eran su perdición. Tomó lo que pudo y corrió hacia un vestidor para probárselos y ponerse el que más le gustara para ese momento.

-Bien, tiene para entretenerse un rato- Dijo Cenicienta.

Después de escoger los vestidos que más quería Rose, salió con uno en tono rosa muy lindo y sus zapatos hacían muy buen juego con su atuendo.

-¿Abuelita, que tal me veo?- Preguntó Rose mientras se admiraba en el espejo.

-Muy pero muy linda Rose ¿Te vas a llevar más zapatos que vestidos?-

-Verás abuelita amo los zapatos más que mi vida jeje- Rose había escogido más zapatos que vestidos, eran su debilidad.

-Muy bien, si es lo que vas a usar mientras en lo que te confeccionan los demás, espérame afuera querida-

-Si abuelita- Rose salió mientras su abuela pagaba, estaba tan entretenida girando sobre sí misma, con los ojos cerrados imaginándose en un cuento hecho realidad; que no se percató que alguien corría desesperadamente por donde estaba ella. Era  nadamenos que Hawk que tampoco se había dado cuenta que estaba alguien al frente. Su mirada estaba atrás donde las doncellas locas lo seguían, no se habían percatado de ello...

-¡¡¡Hay!!!- Se quejó Rose cayendo al suelo.

-Oh no disculpa no era mi intencion- Hawk trato de levantar a esa chica de cabellos rubios. Pero parecía que el tiempo se detuvo mientras miraba a esa persona con la que chocó accidentalmente y estaba comenzando a levantarla cuando su mirada choco con la de ella, esos ojos turquesa como los de él, su cabello largo y rubio tan lindo, ambos nerviosos, sus miradas hipnotizantes entre ambos, la emoción era mucha, sus mejillas en ese momento para ambos se tornaron un leve color carmín, y así podían seguir contemplándose el uno al otro, los escalofríos en ambos no se hicieron esperar, no sabían cómo reaccionar, hasta que Hawk la ayudo a levantarse completamente, quería seguir admirando si no fuera por las locas que iban tras Hawk.

-Oh no, que no se cansan. Disculpa por tirarte... Tengo que irme ¡¡Espero verte pronto!!- Gritaba Hawk ya que tenía más cerca a sus admiradoras. Siguió corriendo hasta que encontró un callejón obscuro y ahí se escondió, esperó un poco para perderlas. Su respiración estaba tan agitada que no le tomo importancia, se quedó pensando en aquella chica, nunca la había visto, era lo más hermoso que le pasó el día de hoy, ahora le robaba el pensamiento.





-Bien Rose hora de irnos- Respondió Cenicienta saliendo con la modista. Solo que Rose no contestaba, se quedó pensando con aquél chico peli azul.

-Rose no sé qué hiciste pero tiene poco que te pusiste este vestido y está todo polvoso- Se quejó Cenicienta.

-Ah yo, me caí- Dijo Rose un poco nerviosa

-Hay Rose, vamos de vuelta al castillo, para que te bañes y puedas cambiarte otra vez- dijo Cenicienta mientras subían a la carroza y regresaron a su castillo.




Hawk quien ya se había calmado un poco después de su persecución, regreso a ver si encontraba a la chica con la que había chocado, pero ya no estaba, esto lo puso algo triste. Cabizbajo vio en el suelo un lindo collar con una inicial R, ahora recordaba que en ese momento la chica lo llevaba puesto, lo tomó y lo guardo en su bolsillo.

-No sé quien eras pero algún día quisiera verte de nuevo-

Dicho esto para sí mismo, regreso a donde estaba esperándolo su carruaje y regresó a su castillo.

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Otro capítulo más de esta historia que voy escribiendo poco a poco, agradezco a aquellas personitas que se han tomado el tiempo de ir leyendo mi historia, un saludo y espero que les siga gustando. Gracias por leerme, un abrazo a cada uno de ustedes. 

Regal Academy (La Profecia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora