Capítulo # 2

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Capítulo 2.

♪A solas♫

Me bajo del taxi sin ningún ánimo en absoluto. Con la mente en otro mundo y mi corazón poco a poco partiéndose en dos. Ya sabes, quiero a mi mamá antigua, a la que era fuerte, a mi héroe, no quiero a esta, la que se esconde detrás de su trabajo para no hacer su trabajo con su hija.

Corro por la acera, abro la puerta, y empiezan a surgir lágrimas, la cierro detrás de mi cuerpo, y caigo sentada, en medio de una crisis emocional.

Mi IPhone vibra con su típico sonidito, lo sacó de mi bolsillo  y veo que raramente es un mensaje de mamá. Lo acepto, no me lo esperaba.

De: APARENTA SER MI MAMÁ.

Hija.

Yo sé todo lo que hemos tenido que pasar, pero por favor esfuérzate más, me estás dando más problemas de los que puedo manejar, créeme es difícil llevar una vida con una hija a la cual lo único que sabe hacer es sacar excelentes calificaciones, sé que eres inteligente y sabes que la mediocridad no lleva a ningún lugar, agradecería si por favor dejas de hacerte la que no puede con nada.

Bloqueo mi IPhone,  subo las escaleras de mi casa, ¿Qué es lo que le pasa a mi mamá?, más encima esto, ya sé que había decepcionado a mi mamá miles de veces, pero habla en serio, ¿Lo único que sé hacer es sacar buenas calificaciones?, ¿Eso es lo único que he hecho que la ha hecho sentir buena mamá? Porque si es así, en verdad he desperdiciado miles de horas pintando, ella no recuerda nada, ella piensa que yo lo único que hago es estudiar, pero no entiende algo, levantarme todos los días de mi cama, significa ser fuerte, y eso es fingido, soy débil, pero detesto lo débil, me odio tanto por no ser como debería, mi mundo ya dejo de girar, de seguir, el mundo ya no es lo mismo, y todos deberían entender que todos vivimos para morir, no le veo sentido, así que bueno mamá: Lo siento, por no poder con todo lo que llevo a cuesta, de pronto me quede grande todo esto, pero no sabes lo que es llorar todas las noches escondida para que tu nunca te des cuenta, sé que has tenido malos momentos, pero sabes algo, tú eres adulta, tu sabes que tienes que seguir pase lo que pase, yo no, yo no entiendo esto, y ojalá algún día te quedarás acá en casa para hablar como todos las mamás hacen, pero no, es más importante tu trabajo, bueno, tu escogiste, yo también lo hice.

Mañana de nuevo tendré que ir al Instituto, tendré que sentarme en unas estúpidas sillas mientras la profesora explica, y pocos son capaces realmente de prestar atención, Esther probablemente este con sus otras amigas con más vida social, o vida en sí, no me enoja, por mí mejor, no tengo que lidiar con preguntas, o interrogatorio de mejor amiga a persona que no quiere vivir, siempre pasaba lo mismo, me hablaba horas de lo que ella hacía con su familia, sus amigas, su ropa, lo que había visto en centros comerciales, mientras que yo trataba de no ignorarla del todo, asentía o hacia cualquier movimiento, siempre me disculpaba con ella por no ponerle la suficiente atención, pero es que en mi cabeza tengo mil de cosas que procesar, y a mí sí me importa ponerle atención a los profesores, ellos al menos notan mi existencia y se toman la energía de explicar, ya si ellos me ignoran o no, ya no es que me importe mucho, me acostumbre a ser marginada, y en verdad me siento bien como soy en el Instituto, mis notas son la mejores de la clase, la profesora que entrega los boletines jamás le ha dado problemas a mi mamá, siempre le dice que tengo que meterme más en el grupo, mamá siempre me da un discursito o sermón de ser más social, y yo siempre digo que lo intentaré, pero es que estoy luchando todos los días por no dormirme al lado de ellos escuchando sus estúpidos comentarios por alguna bobada, la gente se canso de burlarse de mí, aunque hay algunas personas que todavía lo hacen, la mayoría se canso de que a mí me importara un bledo sus comentarios, o que me hiciera la que nunca los escuchaba, en las horas de almuerzo o descanso, estoy en mi IPhone escuchando música que para ellos no es nada, pero para mí es mi mundo, mis libros, mis libros son mi vida, son los que me hacen volar hacia otro mundo, lo que hace que yo este “bien”, cuándo estoy en el Instituto, detesto a la gente que llora, por eso me detesto, exacto.

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