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El abogado

Erwin veía embobado a Armin, el pequeño rubio se encontraba muy metido en su lectura como para notar que el rubio de cejas grandes lo miraba embobado.

Erwin estaba por decir algo cuando unos fuertes golpes en su puerta lo obligaron a abrir antes de que tirarán su puerta.

Al abrir vio a Eren, el cual sollozaba, no tuvo tiempo de decir nada cuando una mujer de castaños cabellos lo empujó para entrar.

Armin quien había cerrado el libro corrió para ver que sucedía, no tuvo tiempo de reaccionar cuando sintió el cuerpo de Eren impactar contra el suyo, miro con duda a la madre de su mejor amigo, la mujer comenzó a contar lo sucedido.

Erwin al escuchar todo no dudo en comenzar con un sermón que paro al ver a el rubio y castaño mirarle molestos.

Armin: Erwin ahora no es momento de regalos, veamos como ayudar a Levi.

Erwin: Ese pulgoso problemático.

Eren: No tiene pulgas.

Erwin: Ese no es el punto, creo que debemos de ir y buscar a la única persona que ayudará en esto, así que vamos deja de llorar que me llenas de mocos a mi Armin.

Todos salieron de la casa de Erwin, nadie dijo nada hasta que llegaron a uno de los lugares más importantes de el pueblo, Eren miro con duda a Erwin quien sólo lo guió hasta dar con quien buscaban.
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Levi no podía dejar de gruñir, gracias a su excepcional sentido del oído podía escuchar como aquellos guardias hablaban de su caperuza, les dirigió una mirada de muerte cuando estos hablaron de más.

Zeke: ¿Quieres callarte roñoso?

Levi: Quiris cillirti, jodete mono, no estarías tan tranquilo si escucharas lo que escuche.

Zeke: No me interesa.

Levi: Entonces cierra la boca y deja de joderme.

Zeke: Espero que cuando te encierren por depravado te castren.

Levi gruño una vez más, cerró los ojos pensando en su lindo castaño, se preguntó si su caperuza estaba bien.
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El lugar se mantenía en silencio, el castaño había explicado lo sucedido, su madre lo veía de manera acustoria, Erwin sólo pudo apretar los labios mientras escuchaba lo sucedido al igual que Armin y la persona que los ayudaría.

Eren: Y eso paso.

- Bien, haré todo lo posible por sacar a Levi de ahí, pero necesito tiempo.

Eren: No hay tiempo, mi lobito sufre encerrado.

- Esta bien, empezaremos por pagar la fianza.

Eren: Lo que sea necesario, quiero a Levi  conmigo.

- Yo me encargo, por ahora vayan a su casa.

Erwin: Te debo una Nile.

Nile: Levi me lo debe, ya veré como cobrarme.

Los presentes salieron de el lugar, Carla no perdió tiempo para llevarse de el oído a su retoño para comenzar a regañarlo, Eren se sorprendió al escuchar que ella esperaba llegará puro al altar.