Antes de el final.

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Este es un extra, con esto acaba está historia, les agradesco infinitamente por leer, no tienen idea de cuanto les estoy agradecida.



Había pasado un año desde que Levi y Eren vivían juntos, y a pesar de que Eren era feliz de pasar sus días y noches con el amor de su vida, faltaba algo.

Eren: Armin.

Armin: ¿Qué pasó ahora?

Eren: Nada malo, es sólo que, Levi aun no me pide que sea suyo por todas las de la ley, mi madre que quería verme de blanco y casado, pero al parecer es no pasará.

Armin: Ere.

Eren: ¿Si?

Armin: ¿Por qué no puedes ser un niño normal?

Eren: ¡Oye!

Armin: Si Levi aun no te pide matrimonio es, es porque tiene planeado algo especial, claro que ya no será especial porque ya lo sabes.

Eren: ¿De verdad?

Armin: Sí, Eren, te ama tanto, que planeó todo con ayuda de tu madre.

Eren: ¡Si¡, por fin.

Armin sonrió, su mejor amigo brincoteaba de aquí para allá mientras gritaba.

Armin: Eren, basta, escucha, ve a tu casa, ponte lindo y finge no saber nada.

Eren asintió, salió de la casa de su amigo sin nisiquiera decir adiós, llegando a su casa busco la ropa más linda que tenía para en menos de una hora estar presentable.

Levi se sentía nervioso, miro la pequeña caja con aquel anillo, suspirando entró a su casa.

Su corazón latio de manera desbocada cuando al buscar a Eren lo vio en la sala, el castaño se veía hermoso, cosa que lo hizo aullar internamente.

Eren: Levi.

Levi: Mi vida.

Eren: ¿Pasa algo?

Levi: Si.

Eren miro a su amado lobo, el azabache se había arrodillado frente a el mientras sacaba una pequeña caja.

Levi: Tenía planeado algo más, pero que más da, todos pueden esperar menos tu, Eren, ¿quieres casarte conmigo?

Eren: ¡Sí!




Eren sonreía mientras jugaba con la mano de su lobo que sostenía la suya, ninguno prestaba atención a lo que el juez decía, estaban perdidos en todo lo que sentían el uno por el otro.

- Bien  como nadie se opone y todos queremos que estos dos sean felices, pasamos a los votos.

Levi: Eren, te amaré por todo lo que nos reste de vida, eres sin duda mi luna, así que prometo amarte siempre.

Eren: Te amaré por todo lo que nos reste de vida, eres sin duda alguna mi sol, así que prometo amarte siempre.

- Por el poder que el rey me dio, los declaró unidos, que nada ni nadie los separe.

La pareja sonrió feliz, al fondo se podía escuchar el alboroto de que sus amigos hacían.

La fiesta que siguió a su unión matrimonial había comenzado, aprovechando  que Levi hablaba con su suegra, Hanji se acercó al castaño para darle a probar su nueva creación, un pequeño pedazo de trata que el castaño comió con gusto si ver la sonrisa de la castaña.

Dos meses después...

Eren se sentía realmente mal, no había mañana en la que no cometiera sin vomitar o marearse.

Su condición era tan mala, que a petición de Levi, Carla iba todos los días para cuidar al castaño.

Carla: Mi vida, si no te conociera y supiera que eres chico, sospecharia que estas en cinta.

Eren: Es y será imposible mami.

Carla: Lo se, es por eso que hoy iremos al pueblo, tal vez es algo malo lo que te pasa.

Eren asintió, junto a su madre se dirigió al pueblo para ver al médico.

Cuando llegaron el hombre no perdió tiempo en revisarlo, por su cara los dos castaños suspieron que algo no iba bien.

- Dígame, ¿Están seguros de que Eren es chico?

Carla: Sí, es un chico.

- Valgame, no se como decir esto.

Eren: Pues digalo.

- Esta en cinta, y por lo que veo el embarazo es de mínimo dos meses.

Los castaños estaban en shock, el médico seguía hablando sin que ninguno le prestara atención hasta que les dio una pequeña solución.

- Vayan con la bruja Nanaba, ella puede saber que paso.

Nanaba miraba al castaño, al tocar su vientre confirmó lo que el médico les había dicho.

Nanaba: Sin duda tendrás un hijo.

Eren: Pe- pero.

Nanaba: Hay un viejo hechizo, era usado por la realeza cuando las reinas no podían concebir, alguien te hechizo.

Eren miro a la bruja, está le sonrió mientras lo hacía tocar su vientre.

Nanaba: Siéntete feliz, este niño es la muestra de todo el amor que tu y ese lobo se tienen.

Eren asintió, suspirando tocó con cariño su vientre, de pronto algo llegó a su mente, ¿qué diría Levi al respecto?

Eren estaba nervioso, cuando escucho la puerta ser abierta, suspiro, tenía que decírselo a Levi.

Levi: ¿Dónde estás amor?

Eren: ¡En la cocina!

Levi se apresuró en ir hasta la cocina, al llegar un extraño olor llamo su atención, cuando estuvo junto a Eren pudo sentir mejor aquel raro olor.

Levi: Hueles diferente.

Eren: Si.

Levi: Hueles dulce, y a leche.

Eren: Si.

Levi: ¿Qué pasa?

Eren: Seremos padres.

Levi: Muy mala tu broma amor.

Eren: Pero no es broma.

Levi miro a su pareja, Eren tomó su mano llevándola a su vientre mientras le contaba todo.

Levi: Mataré a Hanji.

Eren: No sabemos si fue ella.

Levi miro a su pareja, Eren sonrió, sin duda Hanji y sus ocurrencias solían ser en algunas ocasiones problemáticas.

Levi: Eren.

Eren: ¿Si?

Levi: Prometo ser un buen padre.

Eren sonrió mientras besaba a su amado lobo, ambos esperaron por meses hasta que durante el primer día de otoño su pequeño llegó al mundo.

Claro que no fue el único, dos años después la pareja daba la bienvenida a su segundo retoño.

ℓσɓσ ƒεɾσƶ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora