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Mamá suegra.

Eren terminaba de arreglarse, no tardó nada en bajar cuando escucho la motocicleta de su lobo llegar.

Levi terminaba de bajar de su moto cuando sintió a su caperuza saltando sobre el.

Levi: Caperucita, que lindo estas hoy.

Eren: ¿Sólo hoy?

Levi: Siempre te ves lindo.

Eren: Tu te ves tan guapo como siempre.

El lobo sonrió, tomó las caderas de el castaño para tenerlo mas cerca y así comenzar un beso, uno que el castaño correspondió con gusto.

La cosa comenzaba a tomar tinte de cinta para adultos de no ser por la madre de el castaño quien con un ataque de tos fingida captó la atención de la pareja.

Carla: Bienvenido Levi, adelante pasa, tenemos mucho de que hablar.

Levi: Si señora.

La mujer entró a la pequeña casa, el lobo y Eren la siguieron, la mujer desapareció por la cocina no sin antes insistir que Levi tomará asiento en la mesa, el lobo obedeció a la mujer, suspiro cuando vio que su Caperuza entraba a la cocina, el aroma a comida lo hizo pasear su lengua por sus finos labios.

Se sorprendió cuando Eren y su madre salieron con varias bandejas llenas de comida, lo que más llamo su atención fue el enorme filete terminó medio que habían colocado frente a el, aprecio la sonrisa de su adorable Caperuza, podía jurar que se veía ridículo babeando y no por el filete.

Carla: Vamos a comer.

Levi: Gracias.

Carla: Dime Levi, ¿qué intenciones tienes con mi niño?

Levi: Las mejores intenciones, voy muy en serio con Eren.

Carla: Me alegra escuchar eso.

Levi: Le aseguró que lo quiero como mi compañero para el resto de mi vida.

Carla: Levi, me alegra que vinieras, en este tiempo mi niño no demostró interés en nadie, y Si ustedes se aman yo no me opongo a su relación, eso sí, quiero que mi niño salga de esta casa vestido de blanco,como el niño casto y puro que es.

Eren soltó una risa nerviosa, Levi en cambio se atragantó un poco con lo que estaba comiendo, la mujer los miro divertida, siguieron la cena hasta que Carla les dio un poco de privacidad.

Levi: Creo que no cumpliremos con una de las cosas que pidió mamá suegra.

Eren: Esta bien, no me arrepiento de nada.

Levi: Mi Eren.

Eren: Mi Levi.

Levi acercó al castaño a su cuerpo, tomó su rostro entre sus frías manos comenzando un beso en el que el castaño soltó varios suspiros.

Los dos veían las estrellas siendo observados desde la sala por la madre de Eren quien encantada regresaba su atención a la revista "boda de ensueño." Incluso había comenzado a pensar en cuantos invitados asistirán a la boda de su pequeño.