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[Seungkwan]Corría por los largos pasillos de aquel infierno, maldije no ser tan alto para poder correr más rápido, si me alcanzaban, esta vez sí moriría.
Al doblar la esquina me fui de cara contra alguien, era el líder de quien huía. Mierda. Estaba muerto. Pero para mi sorpresa sólo me empujó hasta una puerta casi abierta, era el cuarto de aseo, me arrastré allí y él cerró la puerta. Pensé que me encerraría allí pero no, pude oír que los desvió y los que me seguían pasaron de largo. Después de todo él era su líder y le hacían caso.
- ya puedes salir – me dijo tocando la puerta
- por qué…hiciste eso? – le dije asustado luego de sacar sólo la cabeza por la puerta
- ve a tu casa, sale por la primaria… - me dijo y se fue sin responder a mi pregunta
- gracias… - susurré cuando se iba
- de nada, Seungkwan, vuelve a tu casa y…cuida eso que llevas en tu mano izquierda, no dejes que nadie lo vea – me dijo y esta vez se fueMiré mi mano izquierda y allí estaba mi brazalete, era de piedras negras con una amarilla al centro, recuerdo que mi madre me decía que lo cuide mucho, nunca entendí por qué lo llevaba.
Cuando volví a mí, fui a mi salón ya vacío y recogí mi mochila para irme a casa. Vivía solo ahora que mi madre había fallecido, nunca tuve padre y supe que mi madre y yo éramos suficiente. Por el camino me detuve frente a una tienda de helado, hacía frío pero los helados en invierno eran más deliciosos. Miré en mi bolsillo y me desanimé al no encontrar suficiente. El dinero que mi madre me había dejado se estaba acabando, incluso no podía comprar comida rápida, tenía que esperar a la noche para conseguir algo de comida en los supermercados, estaban a mitad de precio en la noche.
Otro día, me dije a mí mismo. Y justo cuando me giraba, alguien puso un cono de helado de vainilla en mi delante, era un chico alto, parecía extranjero. Llevaba un helado en su otra mano y el otro lo estiraba hacia mí.
- vi que mirabas con deseo, toma… - me dijo, lo recibí con ansias- gracias… - le dije inclinándome
- de nada, por dónde vives? Yo voy para el edificio de departamentos Jung – me dijo, casi me caigo sentado por la sorpresa
- vivo allí – le dije sorprendido
- oh, parece que tenemos el mismo camino – me dijo sonriendo
- al parecer sí – le dije sonriendo avergonzado
Miré el cielo mientras caminábamos, estaba anocheciendo muy rápido, aquel chico era muy simpático, me contaba muchas cosas graciosas y se podría decir que me alegró la tarde-noche. Lo noté un poco nervioso al llegar al edificio, miraba para atrás constantemente, incluso yo me giré y no vi nada.
- me ayudas con algo? No soy ninguna mala persona si eso estás pensando – me dijo cuando se detuvo frente a una puerta, me sorprendí, mi departamento estaba al frente
- eh? Bueno… - susurré asintiendo, algo me decía que podía confiar en él
- lamento no haberme presentado, soy Chwe Hansol – me dijo sacándose el abrigo
- Boo Seungkwan – le dije
- Boo? Bonito apellido – me dijo sonriendo mientras sacaba una caja pequeña debajo de la mesa de centro, y en menos de lo que pude dar un parpadeo, ya estaba en mi delante, abrazándome al mismo tiempo que éramos empujados por una fuerza descomunal
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The Last King - SEVENTEEN
Fantasy❎ ATENCIÓN ❎ SI ESTÁS LEYENDO ESTA HISTORIA EN UNA PLATAFORMA QUE NO SEA WATTPAD PROBABLEMENTE CORRE EL RIESGO DE SUFRIR UN ATAQUE VIRTUAL (MALWARE Y VIRUS) En los vestigios de una guerra por conseguir el puesto del Rey, nacía el primogénito de éste...