CAPÍTULO 13
La cogió por los hombros mientras ella comenzaba a forcejear y la tumbó sobre la cama colocándose sobre ella.
-¡Suéltame! ¡Maldito bastardo! -gritó mientras él intentaba con una mano tapar su boca, pero ella fue más rápida y a la que pudo clavó sus dientes haciendo que Bastian gritase de nuevo. Aprovechó para golpearlo en su rostro mientras lograba incorporarse y salir de debajo de su cuerpo. Logró saltar de la cama y se dirigió corriendo hacia la puerta, cogió el pomo y en ese momento se detuvo para girarse-. Vamos a dejar las cosas claras -gruñó hacia él mientras observaba cómo se levantaba lentamente, cómo una furia incontrolada iba apoderándose de él-. Jamás... jamás te atrevas a ponerme una mano encima o todos sabrán que tú, el gran general Bastian Dupont, además de intentar violarme hizo tratos con los holandeses. Dime, ¿qué eran esos documentos? ¿Patentes de corso? -Luego fue ella la que sonrió abiertamente-. ¿Falsificaste la firma de tu señor? ¿O lo engañaste para que firmase? -Bastian la miró seriamente-. Atrévete a ponerme una mano encima y te juro que gritaré tan fuerte que podrán escucharme en España. Él permanecía totalmente serio, contemplándola.
-Creo que tengo otra solución, en vez de coserte la boca, puedo cortarte la lengua. No sería la primera vez que lo hago. Ella dio un paso hacia él, decidida.
-Atrévete -Le gruñó-. Aunque no creo que siente muy bien a tus superiores que se enteren de lo que has hecho con una pobre española secuestrada por los ingleses. No lo olvides, para todos mi país es el Imperio español y tú eres simplemente un aliado. No me tientes. No soy ninguna mujer estúpida. -Luego abrió la puerta y le indicó con un movimiento acelerado que abandonase su dormitorio-. Mantén la mano quieta y yo mantendré la boca cerrada, ahora bien, vuelve a lastimarme o a insultarme y te juro por Dios que acabarás en la horca, ¿lo entiendes? Bastian se acercó a ella hasta colocarse justo enfrente.
-Lo entiendo -susurró-. Pero ahora entiende tú esto... di algo alguna vez y te mataré con mis propias manos. Salió directamente del dormitorio dando un portazo. Candy se llevó las manos hacia sus labios conteniendo el grito por los nervios de los últimos minutos. Bastian infundía mucho miedo, pero ahora, al menos, parecía que había encontrado su punto débil. Lo que tenía totalmente claro es que tenía que marcharse de allí como fuese.
La cena había sido rápida. A las siete, tras disfrutar de un tranquilo baño en el que había analizado todo lo que había ocurrido y había vuelto a imaginar su plan de huída, se había dispuesto a bajar al comedor. Se había limitado a comer con bastante prisa y a permanecer callada con la excusa de que estaba agotada, pues tantas horas en el carruaje le habían producido dolor de cabeza y de espalda. Hasta se había permitido fingir algo de dolor durante la cena, haciendo que la señora Blanche emitiese miradas preocupadas hacia ella, así que para cuando se excusó para volver a su habitación a descansar y se despidió agradeciendo aquella fantástica cena no sorprendió a la señora Blanche, la cual aceptó y le deseó que mejorase. Bastian la había seguido con la mirada mientras ella subía las escaleras. Debía reconocer que había aguantado la respiración durante todo el ascenso, pues lo que menos quería es que Bastian se ofreciese a acompañarla hasta su dormitorio. De todos modos, tal y como ella había dejado claro en la presentación, eran tan solo conocidos, así que no hubiese sido muy apropiado que la acompañase. Estaba temblando para cuando cerró la puerta tras ella. Asumía que era arriesgado, pero si se quedaba allí todo indicaba que no lograría escapar. Allí, al menos, Bastian estaría más entretenido y contenido por la señora Blanche, por el contrario cuando llegasen a Burdeos seguramente la alojaría en su vivienda y allí él no tendría por qué ocultarse o moderar su comportamiento. Sí, esa era su oportunidad de escapar, aunque debía tener muy presente que él dormía en la habitación de al lado.
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UN OCÉANO PARA AMARTE
Fiksi UmumCandy es una joven feliz y dichoso, Tiene un futuro prometedor y esta apunto de terminar su master en historia de los siglos XVII. Candy y el profesor y amigo William, se ven atrapados en una tormenta, que arrastra a Candy a una increíble y...