"Hola, ¿como estás?, ven pequeño, ven, no tengas miedo, deja te cuento una historia.
Hace muchos años, un ser, tan pequeño como un guisante, pero tan brillante como una estrella solía viajar por encima de estas tierras, si esta misma tierra que estas pisando, nadaba también por los grandes océanos de nuestro mundo, por los cielos igual ya que podía volar, pero este pequeño ser, tan pobrecillo de él, se sentía solo, sentía que ya había recorrido todo y a la vez sentía que no había apreciado nuestro mundo a como debería de ser, podía ir por tierras y por las aguas eso es cierto, más no podía sentir lo que tu sientes cuanto te caes o cuando te das un baño, así que nuestro pequeño amigo poco a poco fue yendo por un rumbo incierto por el mundo.
También tenemos a otro protagonista en nuestra historia, este al igual que nuestro amigo anterior, era un ser que simplemente existía, no supo en que momento llegó a la tierra que estaba pisando, para él solo estaban los pies con los que podía correr o sus manos con las cuales trepar los árboles; por supuesto que tenía sus ojos para ver hacía donde ir o ¡su boca para comer frutas!, claro también su nariz para oler diferentes aromas o sus orejas para oír el sonido del viento o de las olas de los mares, pero no todo fue tan tranquilo para nuestro amigo, este ser se sentía vacío, solo, sentía que algo dentro de su interior faltaba, tal vez una chispa que le enseñara a ver las cosas de una forma diferente, algo que le diera tal vez... ¡una motivación!, o una razón de ser, quien sabe, ¿pero sabes que más pasó?
Un día, nuestros dos amigos se encontraron, ya sabrás tu como o porqué, ¿el destino dirás?, puede ser, pero que amigable fue el destino que nuestros dos protagonistas, ambos sintieron que algo les decía que debían estar juntos, como si... estuvieran destinados a ser uno solo ¿no crees que es una gran coincidencia?, pues mira que eso no importó después ya que nuestros dos amigos dejaron de ser dos, ahora eran uno solo, podían sentir felicidad, podían sentir emoción, la alegría de poder tener manos con las cuales sentir la tierra o el asombro de tener la habilidad de derramar lágrimas en momentos de tristeza.
¿Alguna vez te has sentido así, amigo mío?, me preguntas que ¿a que me refiero?, oh, no te preocupes por ello ahora, ¿quiere saber como termina la historia de nuestro protagonista?
Bueno, nuestro amigo al ver que ya había dado lo que tenía que dar en ese pequeño lapso de su existencia, decidió descansar, así es se decidió por ir a dormir; buscó un lugar acogedor, un poco frío tal vez y que estuviera fuera de terrenos peligrosos para tomar una larga larga siesta. Y así fue como este ser durmió por años y años y años hasta que su cuerpo ya no era algo separado de la tierra, hasta que sus manos y pies se convirtieron en parte de aquello por lo que solía caminar y sentir, así pasaron los años hasta que un día, lo poco que quedaba de su conciencia, aquella pequeña parte de él que aún seguía presente en nuestro mundo, escucho algo muy familiar... pasos, pasos rápidos, pasos pesados, pasos... un poco cansados, pero además de eso, escucho algo aún mas familiar, el latir de un corazón, no, no de uno, el latido de varios corazones que iban en movimiento, se dirigían al norte posiblemente ¿y sabes que pasó?, bueno, esa historia quedará para otro día, no quiero robarte más de tu preciado tiempo, pequeño. ¡Hasta otra tarde, amigo mío!"
Entonces, la dulce señora detrás del mostrador desapareció detrás de unas cortinas que otro señor, presuntamente de su misma edad, había dejado caer delante de su figura. Otra tarde, otro público, otro pequeño relato, así es como ambos obtenían dinero en su pequeña tienda dentro de la feria fuera del circo de su familia.
Poco a poco el cielo fue tornándose de un naranja que daba a entender que ya el atardecer estaba próximo, los ayudantes del circo comenzaron a preparar todo, abriendo las carpas y encendiendo las luces de este, dando a entender que el show estaba a punto de comenzar.
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Those Quiet Days from Our Voyages (umi_no_scribbles)
MaceraAquellos Días Plenos de Nuestros Viajes. Narra la historia de Alice, una romaní que fue heredada con la magia de la naturaleza quien, con cada día que pasa se encuentra con eventos inesperados que harán de su vida una historia un poco más fuera de l...