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-Así que el negro es tu color favorito?
- El blanco también
Jimin sonrió lamiendo el cucurucho de helado de fresa.
- Eres raro.
Yoongi río con suavidad y acarició la espalda del menor con ternura.
Le parecía adorable la manera en que tomaba su helado como si de un niño pequeño se tratase. Miró la hora en su reloj queriendo evitar llegar tarde a su casa con Hoseok pero por mucho que quisiera evitar aquello, no podía negar que deseaba pasar todo el tiempo posible con aquél dulce y amable Jimin que justo conocía en aquella noche.
Al acabar los helados, ambos chicos caminaron con lentitud por las calles, con sus manos refugiadas en sus respectivos bolsillos hacia el coche del mayor, quien se había ofrecido a llevar a Jimin hasta su casa.
- Se siente bien
- ¿El qué?
- Tener amigos, poder olvidarme de todo por un rato
Yoongi tensó sus músculos, si bien era innegable que lo había pasado genial con el rubio, no podía olvidar que aquello era meramente una excursión de trabajo con uno de sus pacientes.
Él nunca había mezclado su trabajo con su vida privada pero con Jimin se le hacía tan sencillo olvidar que se trataba de trabajo.
Sonrió levemente no queriendo romper las ilusiones del menor, y acarició su cabello.
- Me alegro
Cuando subieron al coche, ambos abrocharon sus cinturones y en un silencio cómodo pasó el camino de 10 minutos hacia la casa del más pequeño. La incomodidad, en cambio, llegó el momento en que se tuvieron que despedir, con el coche en marcha y sus miradas entrelazadas sin saber qué decir exactamente.
- ¿Vendrás mañana?
- No tenemos cita, pasado mañana
- Pero... ¿Vendrás?
- Pues... Depende
El mayor rascó su nuca sorprendido por la necesidad en el tono de voz del pequeño. Por supuesto que deseaba pasar tiempo con él independientemente de su trabajo, pero no quería volverlo dependiente a su presencia pues eso sería un enorme paso atrás para la salud mental del chico.
- ¿De qué, hyung?
- De cuánto trabajo tenga mañana.
- Oh... Vale, claro.
El rostro del menor parecía decaído y la primera reacción del mayor se resumió en acariciar su mejilla con una sonrisa.
- Intentaré acabar pronto y tener un rato para ti.
Jimin asintió y como acto reflejo dejó un beso sobre la mejilla de Yoongi y salió del coche prácticamente corriendo hacia la puerta de su casa.
Yoongi suspiró y tardó unos segundos en arrancar el coche para regresar a su casa junto a Hoseok, el mismo que le llamaba una y otra vez preocupado por el paradero de su mejor amigo.
Cuando el mayor entró por la puerta, un grito ensordecedor con su nombre como doctrina y unos fuertes brazos rodeando su cuerpo lo recibieron de repente.
- Estaba preocupado, Yoongs no sabía si había pasado algo con el chico y estaba empezando a pensar en ir a por tí.
- Estoy bien Hope, pero sabes que odio que me llames así.
- Lo siento.
Yoongi le restó importancia al asunto y fue a su cuarto a ponerse el pijama siendo perseguido, como ya era habitual, por el pelirrojo.
- Se ha hecho un poco tarde, estarás cansado. Si quieres podemos dejar el plan para otro día.
La decepción era palpable en el rostro del menor, Yoongi tan solo sonrió y se tumbó en su cama dando pequeños golpecitos en la misma mientras encendía la tele.
- No seas tonto anda, ven aquí.
Y Hoseok corrió todo lo que pudo para lanzarse a los brazos de su mejor amigo. Pues aquellos días en que conseguía recibir mimos de su parte eran los mejores.
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-Jimin, cariño ¿puedo pasar?
Un dulce asentimiento se escuchó al otro lado de la puerta y la mujer sonrió complacida sentándose en la cama de su hijo tras entrar en la habitación.
- ¿Cómo ha ido la noche?
- Ha estado bien, Yoongi hyung es muy divertido.
- Me alegro, cariño
- ¿querías algo?
La dulce sonrisa del menor hizo a su madre replantearse la noticia que estaba a punto de darle, pero de una manera u otra tenía que saberlo de modo que suspiró y acarició la pierna de su hijo con una sonrisa en su rostro.
- ¿Recuerdas a mi amiga, la señora Lee, aquella que era nuestra vecina antes?
- Sí, ¿está bien?
- Claro que está bien, es solo que... Se acaba de divorciar y no tiene a dónde ir, ha llamado para desahogarse y... Yo le he ofrecido que se quede en casa un tiempo hasta que encuentre donde vivir.
- Pero no hay sitio en casa para nadie, ¿dónde va a dormir?
- Dormirá conmigo pero eso no es lo que me preocupa, cariño.
- ¿Entonces qué es?
- Viene con su hijo y... Tendrás que compartir cuarto con él.
- ¿El niño que me rompió todos los juguetes?
- Se llama Ji Sung, ten un poco de educación, Jimin
- Ya bueno, seré todo lo educado que quieras pero ten en cuenta que no pienso compartir cuarto con él, tenemos un sofá precioso abajo. Y ahora me voy a dormir que estoy agotado, apaga la luz cuando salgas.
La mujer suspiró rendida, ni siquiera le había dado tiempo a decirle a su hijo que su amiga y el chico llegarían a la mañana siguiente.

~¡No Estoy Loco, Hyung!~ ·Yoonmin·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora