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La habitación llevaba al menos 20 minutos sumida en un profundo silencio, tan solo corrompido por los suaves sollozos del menor de ambos.
Yoongi lo miraba intentando comprender en qué momento el chico se largó a llorar y por qué razón lo hizo.
- Jimin... ¿Puedo ayudarte en algo?
Negó con su cabeza y refugió la misma entre sus piernas mientras su cuerpo temblaba por unos hipidos continuados.
- ¿Qué ha pasado?
Jimin no respondió a la pregunta y el mayor se resignó a acercarse a la cama junto a él.
- Hey... ¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras?
- Yo... él e-estaba, he...
- No logro entenderte, Jimin, respira y relájate
La mano derecha de Yoongi fue a acariciar suavemente la espalda del menor en señal de apoyo pero cuando este sintió el tacto sobre su cuerpo saltó en la cama alejándose del psicólogo al segundo.
- Jung-Jungkook
- ¿Jungkook? ¿Quién es?
- Lla- llama
- ¿ Quieres que llame a Jungkook?
Jimin asintió mientras su cuerpo convulsionaba por los sollozos y temblores.
- ¿Quieres verlo?
Asintió de nuevo y Yoongi dejó un paquete de pañuelos frente al menor.
- Iré a decírselo a tu madre, enseguida vuelvo, no te muevas.
El mayor bajó las escaleras de la casa casi corriendo hasta llegar al comedor, donde la madre de Jimin tomaba café acompañada de otra señora y un chico menor.
- Jimin quiere ver a Jungkook
Para la suerte de ambos, el azabache se levantó de un salto del sofá y corrió hacia el cuarto del mayor casi quedándose sin aire en los pulmones.
- Minie, ¿Qué pasa?¿Estás bien?
El menor se quitó sus zapatillas con la ayuda del pie contrario y se lanzó a la cama abrazando el cuerpo cohibido de su primo.
Acarició el mismo dejando que el chico se aferrase a su cuerpo y llorase con más fuerza.
- ¿Te ha hecho algo el psicólogo? ¿Te ha tocado?
Jimin negó retirando las lágrimas de su rostro, que rápidamente eran reemplazadas por otras nuevas.
- ¿Qué ha pasado entonces, Minie?
- Lo- lo he vis-visto
- ¿Dónde?
- Por la- la ventana
- Minie, ¿Estás seguro de que era él? Igual era otra persona pero tú has pensado que...
- E- era él Jungkook
El más pequeño suspiró sabiendo que aquella situación solo lograría empeorar a su primo y volvió a abrazar su tembloroso cuerpo contra su pecho.
- No ha pasado nada, tranquilo. Seguro ni te recuerda.
- Estuvo un año en la cárcel por mi culpa, Kookie, claro que me recordará.
- Pero no fue por tu culpa, Minie, se lo merecía.
- Kook...
- Dime- los suaves dedos del menor acariciaba el cabello de su hyung mientras la cabeza del mismo reposaba en su pecho.
- No te vayas por favor
- Está bien, no me iré
Yoongi observaba la escena desde la puerta sin comprender nada, por lo visto el caso del pequeño era algo grave si tomaba en cuenta lo del chico en la cárcel, pero estaba demasiado sobreprotegido por aquel azabache. ¿Sería su novio? No, imposible, si él no consigue encontrar novio saliendo todo lo que puede, ¿Cómo ese chico que llevaba 5 años sin salir de casa iba a tener novio? Probablemente sería algún viejo amigo, o quizás un familiar... lo importante es que ese chico lo cuida demasiado. Entendía a la perfección como el chico no había sido capaz de superar su pasado, sabía que las personas cercanas a él querían protegerlo y cuidarlo, pero cuando estos se pasaban de la raya el chico acababa convirtiéndose en lo que era entonces.

Pasados al menos unos 20 minutos en los que el azabache tan solo mimaba al mayor, el mismo se fue dejando de nuevo a un débil y vulnerable Jimin a su cargo. Yoongi suspiró y se acercó lentamente a él.
- No deberías depender tanto de ese chico, déjalo que se vaya a dónde quiera. Podrás aguantar unos días sin él.
- Tú no lo entiendes
- Claro que lo entiendo
- No, no lo haces. Los psicólogos vais de listos y pensáis que sabéis como nos sentimos pero la jodida realidad es que lo que pensáis es tan solo fría información sacada de un libro de texto.
» Tú sabes como se siente alguien con mis problemas, pero no sabes como me siento yo.
Jimin peinó su cabello con sus dedos varias veces de manera frenética casi intentando calmarse.
- Eso es cierto, pero no puedo saber exactamente como te sientes si no te abres a mi, Jimin
Yoongi se sentó junto al menor en la cama, todavía manteniendo un espacio prudente entre ambos cuerpos.
- ¿Qué te dice que quiero hacerlo?
- El saber que necesitas ayuda.
- Así que... si me abro a ti... ¿Me ayudarás?
El rubio levantó la mirada hacia el pelinegro, y esos ojitos suplicantes repletos de brillos lo hicieron suspirar y sacar una tarjeta de su bolsillo tendiéndosela al chico.
- Llámame para lo que necesites, ¿Sí? A partir de ahora estoy para ayudarte.
Jimin asintió con una leve mueca que simbolizaba una sonrisa en su hermoso rostro y tomó la tarjeta entre sus dedos.
- Gracias...
El murmuro del rubio sonó a penas como un silvido del viento, pero Yoongi pudo oírlo, y revolvió el cabello del menor con una sonrisa juguetona en su rostro.
- No hay de qué, pequeño.

~¡No Estoy Loco, Hyung!~ ·Yoonmin·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora