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- Hyung, al fin llegas. Te he preparado la comida.
- Buenos días, Hope
Yoongi ordenó sus cosas y caminó hacia la cocina guiado por el delicioso olor a ramen.
- Huele genial...
- ¿Qué esperabas?
Hoseok abrazó al mayor y hundió su rostro en el hueco de su cuello.
- Yah, pareces mi novio, para.
Hoseok rió adorando la sonrisa de su amigo y regresó su atención al ramen cocinándose.
- ¿Qué tal con el niño e... con Jimin?
- Mañana iremos a cenar
- ¿Mañana?
- Sí, ¿Ocurre algo?
Hoseok suspiró mirando a su mejor amigo y negó lentamente con su cabeza. Se había olvidado de la cena que habían planeado, la celebración de su cumpleaños.
- No, para nada, he recordado que tengo algo que hacer.
- Estupendo, odio que te quedes solo en casa- Yoongi besó su mejilla con cariño- voy a ponerme el pijama.
Hoseok asintió centrando toda su atención en la comida y tratando de todas las maneras posibles no dejar escapar esa lágrima que amenazaba con caer. Yoongi no merecía verlo de esa manera, era un buen chico y tan solo estaba ocupado, no era la primera vez que se le olvidaba algo importante y no debía culparlo. Amaba a Yoongi y sabía que el pelinegro de igual manera lo amaba, por ello sentía que tan solo debía ignorar aquel pequeño acto.
Cuando el mayor regresó con su pijama y encontró la mesa puesta y a su mejor amigo esperándolo sin haber probado apenas bocado.
- ¿Te ocurre algo, Hope?
- No, que va, solo has tardado mucho y tenía hambre.
Yoongi asintió comenzando a comer a la par que su mejor amigo, pero un silencio incómodo inundaba su apartamento y Yoongi no era tonto, sabía que algo ocurría, que algo daba vueltas sin parar en la cabeza del chico teñido. Intentó recordar casi logrando rebanarse los sesos hasta que dio con el problema, el muy gilipollas iba a pasar su cumpleaños con Jimin y Hoseok ni siquiera se había atrevido a decírselo.
- Así que... no me has dicho que vas a querer para tu cumpleaños.
Yoongi miró a su amigo a los ojos, quien se paralizó ante la mención de ese día y suspiró.
«Quiero que te quedes conmigo, Yoongi, quiero que olvides a ese niño y cenes conmigo como llevamos haciendo 4 años ya»
- No quiero nada, en realidad
- Oh vamos, mientes, dímelo, haré lo que quieras
- ¿Puedes... puedes solo volver a casa pronto después de cenar con Jimin?
El pelinegro notó enseguida el rostro decaído de su menor y sonrió comprensivo abrazándolo de lado y hundiendo su rostro en el hueco de su cuello haciendo cosquillas con la punta de su nariz en la zona.
- Prometo volver pronto, y haremos un maratón de tu serie favorita comiendo como gordos, ¿Te parece?
Hoseok asintió pero su estado de ánimo continuaba por los suelos y eso alertó al mayor.
- Va, dímelo, Hope ¿Qué ocurre?
- No lo sé, solo... no puedo dejar de sentirme decaído.
- Pero mañana es tu cumpleaños, no puedes sentirte así
- No puedo evitarlo
Yoongi suspiró inseguro dándose vergüenza a sí mismo por lo que estaba a punto de decir
- Me voy a odiar después de decir esto pero... ¿Quieres mimos?
Hoseok sonrió emocionado y se lanzó a los brazos de su mejor amigo, quien pocas veces mostraba cariño de esa manera y siempre que lo hacía aprovechaba la situación al máximo.
-Terminemos de cenar primero.
Y así terminaron de cenar con una pequeña sonrisa en el rostro del menor.
Tras recoger la mesa, Hoseok tomó la suave mano del mayor y corrió con él hacia el cuarto, donde se lanzó en la cama dispuesto a recibir abrazos y besos por parte del pelinegro, el mejor regalo de cumpleaños que le podría hacer.
Y se abrazaron hasta que el menor se quedó dormido rebosante de emoción y el mayor acarició su cabello hasta no soportar el sueño y dormirse sintiéndose culpable por no recordar el cumpleaños de Hope y enfrascarse demasiado en su trabajo.

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- Buenos días, Jiminie
El chico talló sus ojos con una sonrisa abriendo sus brazos para recibir a su primo como acostumbraba a hacer.
- Has estado muy ocupado con el psicólogo ese y ya casi no nos vemos
- No te pongas celoso, Kookie, eres el único en mi vida
- Iugh, no gracias
Jungkook miraba notificaciones en su teléfono mientras su primo apenas lograba despertarse por completo.
- Escucha, perdona lo del otro día, no quería... yo realmente quiero que vayas y te lo pases bien pero...
- Pero solo me tienes a mi, lo entiendo, hyung. Ya te dije que no pasa nada
- Pero no puedo permitir que acondiciones tu vida a cuidarme, quiero que vivas.
- Oh, hyung no seas tan dramático, te juro que cuando salgo de esta casa vivo al máximo.
Jungkook levantó sus cejas pícaro y recibió un golpe en el brazo de parte de Jimin, quien parecía convertirse en una persona completamente diferencia en presencia del menor. Y es que no podía negarle nada ni tratarlo mal, era su pequeño y lo cuidaría por encima de todo a pesar de que en ocasiones pareciese al contrario.
- Y el psicólogo... es guapo, ¿No hay nadq que tengas que contarme?
Jimin barajó la idea de comentarle a su primo que esa misma noche saldría con el psicólogo pero suponía que se enfadaría y era lo que menos quería en ese momento por lo que pensó en negar aquella afirmación y decirle más tarde que había ido a aquella cena obligado, sí, seguramente esa era la mejor opción.
- Nada, es un psicólogo más, Kook, ya te sabes el ciclo.
Aunque decir aquella frase no le dejó indiferente, le sentó casi tan mal como un balde de agua fría, pero ¿Por qué?

~¡No Estoy Loco, Hyung!~ ·Yoonmin·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora