Solangelo - El Fugitivo del Inframundo (Fanfic de Percy Jackson)

IX Reyna

Reyna quería matar a Nico. Lo cual era irónico, ya que era Nico quien la había llevado hasta su segura muerte.

Cuando entraron a la habitación, Reyna pudo ver que la voz provenía de una manada de cíclopes y no de la hija de Plutón. Sus instintos, como siempre, habían sido correctos. Ahí habían encontrado peligro, y estaban a punto de enfrentarlo.

Reyna sacó su espada. Nico y Bryan la imitaron, y Will tomó su arco.

"Adivinen qué," les dijo Reyna. "Hubo un cambio en el menú. Servirán el especial del chef: Cíclope a la naranja."

Reyna saltó con un inmenso poder hacia el primer cíclope e insertó la espada en su único ojo. El cíclope gritó en desesperación e inmediatamente los otros comenzaron a atacar. Para la suerte de Reyna, sus compañeros ya habían comenzado a atacar antes que ellos.

Nico, con sus poderes del inframundo, llamó a un par de esqueletos armados para distraer a los monstruos mientras él los partía en pedazos. Will lanzaba flechas a varios dándoles a sus compañeros más tiempo para atacar a uno a la vez. Bryan pasaba por debajo de uno, atacaba a otro, escalaba un tercero, y golpeaba a un cuarto en la cabeza, haciéndolo desmallar antes de que pudiera decir "auch."

Uno de los cíclopes tomó un esqueleto y se lo lanzó a Reyna, dejándole ninguna otra alternativa que cortarlo a la mitad y seguir atacando.

La única razón por la que seguían vivos era porque el espacio era tan pequeño que solo un puñado de ellos podía atacar a la vez. De haber podido, los cíclopes los habrían rodeado mucho antes y ellos ya estarían muertos. Reyna calculó que no faltaba mucho tiempo para eso.

"¡Debemos salir de aquí!" gritó Reyna cuando vio que los cíclopes se acercaban más y más. "Por las escaleras, ¡Ahora!"

"¿Y los mortales?" preguntó Bryan. "¡No podemos llevarlos hacia allá o matarán a todos!"

"Tengo una idea," dijo Nico. "¡Junten a tantos como puedan!"

Siguieron un par de minutos hasta que quedaban aproximadamente 6 cíclopes heridos bastante cerca el uno del otro. Nico extendió sus brazos y se concentró lo suficiente. "¡Hijos... de... Gea!" La tierra bajo ellos se abrió, dejando caer a 3 de los cíclopes en el agujero. Las buenas noticias eran que ya solo había tres cíclopes. Las malas noticias eran que Nico se había desmallado, Will se había quedado sin flechas, Reyna estaba demasiado cansada, y Bryan parecía haberse quedado con media espada después de encajar la otra mitad en la pierna de uno de los cíclopes.

"Necesitamos irnos," dijo Reyna dirigiéndose a Will. "No podremos con ellos."

"Concuerdo," respondió Will.

"Yo igual," dijo Bryan. "¿Qué sugieres?"

"Will, carga a Nico." Sin protestar, el hijo de Apolo, quien ya tenía la cabeza de Nico en sus piernas, tomó al chico en brazos y corrió hacia la salida. "Bryan, ¿Alguna idea para una buena distracción?"

Bryan negó con la cabeza.

"Entonces tendremos que arriesgarnos."

Reyna salió detrás de Will, con Bryan a unos pasos tras ella. Afortunadamente los mortales parecían haber detectado alguna clase de peligro, ya que las alarmas habían comenzado a sonar y no había rastro de alguno ahí.

"Por la salida principal," sugirió Will y comenzó a correr en la dirección por la que habían entrado.

"¡No!" le gritó Reyna.

"Por eso digo que por la salida principal no." Will se detuvo y volvió junto a Reyna.

"Saldremos por ahí," Reyna apuntó con la mano a una de las ventanas más cercanas. "No tenemos opción."