XVI Reyna

7.2K 346 228
                                    

Reyna admiraba a las cazadoras. De verdad, ellas sí que sabían el verdadero significado de la vida. No solo porque podían vivir milenios si no morían en batalla, sino porque ellas eran las más valientes chicas que Reyna se había topado.

Las cazadoras tenían la oportunidad de viajar en grupos de puras mujeres, dirigidas por la diosa de la cacería, con armas espectaculares, no enfermaban, no envejecían, tenían gran fuerza, ¿Y todo por el bajo precio de rechazar la compañía masculina? A comparación de sus responsabilidades en el campamento, la vida de una cazadora sonaba al menos diez veces mejor.

Eso no quería decir que Reyna no amara su trabajo. Claro que no. ¡Ella amaba ser Pretora! Amaba a su gente, proteger su campamento, liderar las batallas. Todo eso estaba en su sangre. Pero la vida de una cazadora era algo que se podía envidiar fácilmente.

"Podrías unirte a nosotras, ¿Sabes?" La hermana de Jason, Thalia Grace, se encontraba en un traje de baño plateado sentada en la cama que le habían asignado a Reyna en su habitación. Sus ojos azules eran dolorosos de ver. Le recordaban demasiado a Jason. Aparte del traje de baño, lo único que llevaba puesto eran un par de brazaletes negros con picos plateados, un collar con el nombre de lo que Reyna dedujo era una banda de Rock, y unas sandalias que combinaban con todo lo demás.

Reyna observó a la chica con gran interés. Era hija de uno de los tres grandes, igual que Jason, Percy y Nico. La única diferencia entre ellos tres y ella era que... Thalia era mujer. Derrochaba la misma energía electrificante que Jason. Hablaba con la misma confianza que él. Incluso tenían ese aire de superioridad natural que Reyna admiraba tanto.

"Lo sé," respondió la Pretora retirando la mirada de la cazadora. "Pero no ocurrirá. Amo lo que hago, y nunca dejaría la legión. Solo muerta, y ni así, de hecho."

Thalia solo sonrió y se levantó de la cama removiendo algunos mechones de cabello mojado de su frente. "Lo entiendo, no te preocupes. Solo que nunca sobra intentar." La chica se encogió de hombros y avanzó hasta la salida. "Estaremos en el yacusi en la habitación B15. Si quieres unirte, eres bienvenida." Dicho eso, le dirigió una última sonrisa a Reyna y salió de la habitación.

Reyna se sentó en la cama y se quedó pensando en un sinfín de cosas que habían ocurrido los últimos dos días. Había tanto que procesar...

Primero que nada, Nico Di Angelo y Will Solace.

No era una gran sorpresa para ella que Nico y Will estuvieran juntos. Después de sus sospechas sobre Nico teniendo un amor secreto hacia Percy, y de las cosas que había podido sentir aquélla vez que ella y el entrenador Hedge lo salvaron de morir al convertir un romano en zombie, a Reyna no le sorprendía que Nico fuera gay. Ya lo había sospechado antes, pero las cosas se habían vuelto más claras después de ver cómo observaba a Will. Y Will, por otro lado, era un tanto obvio en cuanto a sus sentimientos hacia Nico. La manera en la que siempre se posicionaba a lado de él, el que siempre estuviera volteando a verlo con una sonrisa estúpida en su rostro, especialmente la manera en que siempre pasaba su brazo por los hombros de Nico como si quisiera abrazarlo... todo eso y más eran obvias pruebas de que Will estaba cayendo por Nico desde mucho tiempo atrás.

Nico, sin embargo, era más difícil de descubrir. Lo único que lo delataba de verdad era la manera en que evitaba el contacto visual con Will, pero permitía el físico. Nico siempre intentaba librarse de todo contacto físico lo más pronto posible, pero Reyna se había dado cuenta que a él no le molestaba si se trataba de Will.

Y aunque Will parecía un buen chico, Reyna en serio se sentía con la necesidad de hablar con él sobre lo que le podría pasar si jugaba con sus sentimientos. Después de todo lo que pasaron juntos ella y Nico, era lógico que quisiera protegerlo, ¿No?

Solangelo - El Fugitivo del Inframundo (Fanfic de Percy Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora