Does that make me crazy?

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Precaución: Este capítulo puede contener lenguaje soez e inapropiado, además de escenas con contenido sexual explícito [+18]. Se ruega discreción.

Melissa sentía como la bala que atravesaba su espalda, realizaba como una especie de eco de dolor a través de todo su cuerpo. Odiaba al maldito viejo que le había enterrado la daga, que había no solo abierto una vieja herida, sino haberle brindado mucho más dolor. Melissa no pudo evitar pensar en el viejo.

- ¿Melissa Williams? – le preguntó en la cena. Y ella no entendía por qué la había llamado así. – Vaya, veo que conozco más de ti que tú misma. – respondió sir Nicolas, sonriendo.

Melissa suspiró. Estaba sentada en la cama, sin poder hacer demasiado por el dolor, y con la cabeza hecha un lío. ¿Acaso Sir Nicolas la conocía realmente? Una puntada más fuerte en su espalda la hizo estremecer y olvidar sus pensamientos. A pesar que la droga ya no se encontraba en su cuerpo, si lo sentía resentido. Tardaría más de lo normal en curarse, pero no había tiempo para ello. Se levantó de la cama, fue hasta un cajón, y miró su contenido suspirando. No era la primera vez que lo hacía, tampoco sería la última, pero sabía lo adictivo que era aquel medicamento. Sacó una cajita repleta de agujas y varios líquidos. Lo mejor era inyectarla en un músculo cercano a la zona afectada, el problema es que no podía hacer eso sin gritar de dolor de por medio, lo que haría que todos se despertaran. Llevó una botella de whisky que tenía en su velador. Melissa mordió sus labios, y decidió ir hasta la habitación de uno de sus compañeros. Miró ambas puertas, y decidiendo por el mal menor, tocó lentamente la puerta de Saeyoung, que se encontraba con la luz encendida. Él se encontraba con los cascos puestos, por lo que no la escuchó. Melissa entró en la habitación, mientras él tecleaba frenéticamente en su computadora. Hizo un gesto con la mano, para llamar la atención de su compañero, quien se sorprendió al verla, cerrando su computadora de improviso. Melissa arqueó una ceja, pero decidió no preguntar demasiado, ya que todos tenían secretos, incluyendo ella misma.

- ¿Me podrías ayudar con algo? – preguntó Melissa, sacando de la cajita una aguja y un frasco pequeño. Saeyoung la observó con detenimiento, y supo inmediatamente de qué se trataba. ¿Tanto le dolía su última lesión?

- Por supuesto. – dijo sonriendo.

Melissa le indicó cómo tenía que hacerlo, quitándose la playera que llevaba puesta, mientras se sentaba en la cama. No llevaba brassier, ya que la bala incrustada se encontraba cerca del lugar, y cualquier cosa cercana a ella le dolía. Saeyoung no pudo evitar sonrojarse, mientras miraba hacia otro lado, hasta que su compañera se sentó frente a él en la cama, mostrándole la espalda. Se veía claramente el lugar de la bala, y el lugar en que la daga había hecho daño en la espalda de Melissa, muy próximo uno con otro. El lugar de la daga estaba completamente rojo, con un montón de líneas delgadísimas que se esparcían perceptiblemente por la espalda de Melissa, tal como si fuese veneno.

- ¿Estás segura que te extrajeron todo? – preguntó Saeyoung, mirando con resquemor la espalda de su compañera.

- ¿Estaríamos conversando si es que eso no fuese así? – respondió ella, riendo. Saeyoung asintió. No podía negar lo feo que se veía.

- Es que... ¿te has visto la espalda? – preguntó, mordiéndose los labios.

- ¿Tan mal está? – preguntó Melissa. En realidad no se había visto, porque no tenía necesidad de hacerlo. Ahora le daba curiosidad.

- Digamos que es como si Poison Ivy te hubiese inyectado el peor de sus venenos, y este se estuviese apoderando de tu cuerpo en este momento. – dijo Saeyoung, ladeando la cabeza. Melissa rió por la comparación.

Interlace «Mystic Messenger» [Saeyoung/MC/Vanderwood]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora