EPÍLOGO II: Fire Breather

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Había seguido a Melissa desde que la vio entrar a escondidas. Amín no había visto a Melissa desde hacía meses, desde que se despidieron luego de la misión cuando sus compañeros se disfrazaron de chicas, e intercambiaron las armas por unas falsas. Había pasado bastante tiempo, y no se habían cruzado ni en misiones ni siquiera en los pasillos, algo que él consideraba que no era al azar. A pesar de que la agencia era enorme, sabía los lugares que Melissa habituaba, pero ella había dejado de ir para no encontrarlo. Se habían despedido, después de vivir un romance en el que él resultó enamorado, pero Melissa no. Ella no podía superar a Diego, y siendo él su mejor amigo, era imposible de hacerlo. Es por esto que le pareció extraño volver a verla, e incluso un poco descuidado de su parte si es que se había preocupado de no aparecer frente a él, ya que entrenaba muy cerca de uno de los pasillos donde la vió, todos los días. Pero el estado en el que la encontró lo hizo alterarse y decidió seguirla. Nada en torno a Melissa era normal, pero tampoco nada era al azar.

Su persecución lo llevó hasta la oficina de Jack, de una manera en la que no tenía ni idea que se podía entrar, pero conociendo a Melissa, era obvio que ella lo había descubierto hace mucho. No sabía por qué se dirigía ahí, pero por lo herida que estaba, suponía que no había sido nada bueno. ¿Acaso se iba a enfrentar al gran jefe o le iba a pedir ayuda? En todos los años que llevaba ahí Amín, nunca lo había visto, y francamente una persona con tanto poder solo le daba miedo.

De pronto, toda la gente se atestó en la salida, luego de escuchar disparos y sonidos extraños. Amín corrió hasta donde se dirigía Melissa, pero ya era muy tarde, ella ya había entrado, y se había encerrado junto al jefe. En un par de minutos, escuchó la alarma sonando en la agencia, pidiendo la evacuación de todos los agentes. ¿Qué estaba haciendo Melissa? Y en un par de minutos más el humo de la oficina comenzó a inundarlo todo. Todas las personas en ese piso, o al menos los que quedaban vivos, comenzaron a caer presas del pánico al no poder arrancar, y al haber humo tan cerca.

Pero Amín, quien había recibido un duro entrenamiento, esto no lo atemorizó, y solo consternado ante la idea de perder a Melissa, intentó entrar como sea dentro de aquella gran oficina, con una puerta tan imperturbable como el gran jefe. Amín intentó utilizar lo que sea para abrir la puerta, la que cedió en un par de minutos, luego de que el fuego se consumiera, y luego de que le gran jefe murió. Vió a Melissa en el sillón, con un cigarrillo consumiéndose, y el humo que lo inundaba todo. Ella estaba repleta de sangre, inconsciente. Amín reaccionó rápidamente, y comenzó a buscar dentro de aquella oficina, una forma de salir. Supuso que, si se trataba de la oficina del gran jefe, no solo había una forma de encerrarse en una especie de bunker, sino una escapatoria, y lo consiguió tras uno de sus muebles quemados, tras el tapiz que estaba comenzando a deshacerse.

Tomó a Melissa, y salió del lugar como pudo, yendo por un túnel donde se encendía la luz a medida que él avanzaba. Esto lo condujo a un helicóptero, que estaba tan aislado, que las llamas aun no lo alcanzaban, ni tampoco todo lo que había hecho Melissa para destruir la empresa. Amín supuso que aquel sistema era una autodestrucción instaurada por el jefe, y era obvio que debía tener un mecanismo de salida de libre acceso.

Acomodó a Melissa dentro de uno de los asientos, y comenzó a pilotear el helicóptero, sin un rumbo fijo. Salió de la agencia por una salida secreta, y viendo como todo se quemaba bajo sus pies, escaparon juntos.

Amín no sabía muy bien dónde dirigirse, más allá de un hospital lo suficientemente oculto para que no supieran de la existencia de Melissa. Nadie podía saber que ella estaba viva, sobre todo viendo la escena que había dejado, donde había matado al gran jefe. De pronto, sonó el celular de Melissa que se encontraba en su bolsillo. Por fin, al final de todo, tenía señal, luego de estar bajo mar, bajo tierra, y ahora en el aire. Amín decidió aterrizar, era lo más prudente de hacer. Tomó el celular y contestó.

Interlace «Mystic Messenger» [Saeyoung/MC/Vanderwood]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora