Sentir sus labios sobre los míos fue una de las sensaciones más raras que había experimentado a lo largo de mi vida. Por un lado, me resultaba completamente extraño y a la vez placentero, pero mi cuerpo no lograba reaccionar en ese momento, mis pensamientos habían eliminado cualquier intento por reaccionar, aunque en el fondo, algo me decía que debía hacerlo y responderle como correspondía a ese beso.
Creo que fue más que evidente que estaba paralizado, porque de un momento a otro, Cris había dejado de besarme y me miraba con algo de culpa. Me sentía bastante mal, porque lo que más quería en el mundo, era corresponderle. Me paralice por la sorpresa, no me esperaba para nada este beso pero aún así no podía quedarme como si nada. Era un completo idiota y necesitaba de manera urgente solucionar esta situación. Dejar bien en claro que yo quería lo mismo que ella.
Mientras mi cabeza no paraba ni un segundo, Cris intentaba huir de nuevo hacia su camarín. Si no la había dejado ir antes, menos iba a hacerlo ahora.
La tomé del brazo para evitar que se alejara más de lo que ya estaba y de manera ágil hice que volviéramos a estar frente a frente. Esta vez fui yo quien tomó la iniciativa. Posé mis manos sobre su cintura para atraerla hacia mi acortando la poca distancia que se había formado entre nosotros y volví a juntar mis labios con los suyos.
El beso en un principio fue suave, necesitaba mostrarle que su beso no me había sido para nada indiferente. La besé con la misma ternura que ella lo había hecho segundos antes y deseaba que así lo fuera, porque ese beso era la gloria misma. No sabía con exactitud por qué, pero me quedaría a vivir en ese beso.
Cris por su parte, me rodeó con sus brazos y se aferró a mi cuerpo con fuerza, terminando con la poca distancia que nuestros cuerpos aún tenían entre sí. Una de sus manos se aferraba con fuerza a mi espalda, mientras que la otra no dejaba de enredarse en mi pelo corto, pero algo alborotado gracias a ella y sus caricias que me estaban volviendo loco.
Pero aún más loco me había vuelto cuando ella dió un pequeño mordisco sobre mi labio inferior. Una minúscula parte de mi cerebro que todavía guardaba algo de sentido común me advertía que esto era una completa locura, pero a esta altura, era imposible parar y ambos lo sabíamos. Y la poca cordura que aun conservaba, se fue volando por los aires cuando ella repitió ese acto.
No lo dudé ni un segundo, ella me estaba incitando a intensificar el beso, y si así lo quería, no se lo iba a negar nunca. Pasamos de un beso dulce y tierno en uno salvaje y apasionado. Ella me respondió con la misma intensidad y el mismo deseo. Necesitábamos respirar, pero eran tantas las ganas que teníamos de seguir besándonos que no podíamos dejar de hacerlo.
Nos separamos por la falta de aire que nuestro beso había provocado en ambos, separamos nuestros labios pero nuestros cuerpos seguían unidos, pude sentir como nuestros pechos subían y bajaban con rapidez, y como nuestras respiraciones agitadas se mezclaban entre si, ella estaba aturdida, se notaba en sus expresiones y sobre todo, en sus ojos que no dejaban de mirarme mientras sus mejillas seguían ruborizadas.
Miré su boca aún abierta, no se si por la sorpresa o por la falta de aire del que aún no lográbamos recomponernos, volví a mirarla a los ojos unos segundos, y cuando planeaba volver a besarla, porque a esta altura, necesitaba volver a hacerlo, escuchamos voces provenientes del otro lado del pasillo. Me quedé algunos segundos mirando en dirección a esas voces hasta que escuché una puerta cerrarse detrás de mi, me di vuelta para comprobar que Cris había vuelto a huir, como ya era costumbre en ella, con la única diferencia de que yo ahora tenía la certeza de todo. Y de esos besos ya no había vuelta atrás.
Golpeé un par de veces la puerta de su camarín con la esperanza de poder hablar con ella, pero conociéndola cómo lo hacía, sabía que iba a ser imposible tener una charla en estos momentos, además, no estaba seguro de cómo actuaría yo, porque si de algo estaba completamente seguro, era que deseaba como nunca, volver a besar esos labios.
Seguía parado en el mismo lugar, pero debía seguir con mis cosas, no podía esperar a Cris para continuar, todavía teníamos un noticiero por delante y aún quedaban cosas por hacer. Mire la hora, 18:45 marcaba mi celular, debía dirigirme rápidamente a redacción para terminar de editar las notas que me quedaban pendientes para luego pasar por vestuario y maquillaje para ultimar los detalles que faltaban antes de salir al aire.
*~~~~~*
Mi respiración aun seguía acelerada, mi cabeza algo aturdida, mi corazón palpitando a mil. Casi sin poder respirar entré a mí camarín, cerré la puerta de una manera inmediata y apoyé mí cabeza sobre ella. Había vuelto a escapar como una completa cobarde, pero esta vez no me escapaba solamente por mis sentimientos y sus interrogatorios respecto a mis actitudes, ahora también huía de sus labios aún sabiendo que me podría quedar eternamente en ese beso.
Lo que había pasado entre nosotros definitivamente era una locura, me moría de vergüenza y también de miedo, pero en ese beso, me sentí más viva que nunca.
Los golpes en mi puerta me hacían notar que aún seguía detrás de mi puerta pero, aunque me moría de ganas, no era una opción abrir. El segundo beso se tornó tan apasionado que no sé cómo podría haber seguido si esas voces no nos interrumpían.
Ya habiendo recuperado un poco el aire me miro en el espejo y tengo una sonrisa boba en mí rostro, mis mejillas tienen un color rojo particular, el cual no es muy habitual en mí, pero mí sorpresa es cuando veo mis ojos reflejados en el espejo, mí mirada dice todo lo que yo aún no pude poner en palabras, es verdad cuando dicen que los ojos son el reflejo del alma, ellos no ocultan ni mienten, por más que la cabeza lo haya intentado una y otra vez.
Pasos en el pasillo y puertas cerrándose eran los sonidos que me sacaron de esta especie de burbuja en la cual había entrado. No sólo tenía que salir de mí camarín si no que también me quedaba un noticiero por hacer. Miro mi teléfono buscando la hora 19:35 marcaba este. En menos de media hora debía salir al aire y todavía no me había alistado, así que comencé a correr dentro de mi propio camarín.
A los pocos minutos ya estaba cambiada y casi del todo maquillada, me faltaba hacerme la boca y estaba buscando entre mis maquillajes que color quedaba mejor con mi vestido. Al estar de negro opté por un color que resaltara, así que comencé delineando mis labios con un color algo fuerte para así rellenarlos de un color bordo el cual no requería de muchas pasadas.
Y ahí me encontraba nuevamente pensando en Rodolfo. Cuando el labial rozo mis labios, me fue inevitable traer conmigo la imagen y las sensaciones que esos besos habían causado dentro mío. En esos besos que nos habíamos dado y automáticamente un calor recorrió mí cuerpo. Mi mente seguía recordando sus ojos clavados sobre los míos, mi cuerpo volvía a estremecerse al pensar en sus brazos rodeándome, mis labios aún seguían sintiendo el contacto con los suyos, y no se por cuánto tiempo más podrían aguantar sin volver a sentirse.
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Zona de promesas
RomancePorque no hay amor en el mundo que sea del todo imposible. Porque hay una sola especie de amor y es la de ellos...⚡💕 Esperamos que nos acompañen en esta aventura y estén listxs para este viaje que ya, está comenzando. ¡Bienvenidxs! 💖 • • • ~ Shuu...