49•

230 18 2
                                    

- Oye tienes que dejar eso - decía el castaño con el entrecejo fruncido.

- Ya te e dicho que no debes meterte, yo quise involucrarme en esto, no es necesario que tú también lo hagas - contestó un rubio molesto.

- La abuela no querría que sucediera esto - Dijo firmemente el castaño.

- Deja de nombrarla ella, ella es injusta - se quejaba Atsumu con la voz a punto de ser quebrada.

- Tsumu - dijo Osamu quitándole el cigarro de la mano - Esto está mal - el rubio negó - El cigarro y la cerveza no te hará olvidar para siempre lo que sucedio, no te dejes llevar por la situacion -

- Samu aléjate - exigió el rubio.

- No lo haré, yo siempre estaré a tu lado, aunque muera siempre lo estaré para que no cometas una estupidez cómo está - Atsumu levanto su mirada y la cruzó con la de su hermano.

- Prometelo, garantizame que siempre estarás conmigo - Osamu extrañamente sonrió.

- Lo prometo, pero tú debes de dejar esto y seguir estudiando ¿Esta bien?- Atsumu asintió no estando muy seguro.

- Oye, oye, oye - Oikawa movía su mano frente a Atsumu - ¿estás aquí? - Atsumu volvió en sí.

- ¿Que sucede?-

- Ya estoy aquí - dijo Oikawa extrañado -¿Sucedía algo?- el rubio llevo su vista al cigarro que tenía en mano y negó.

- No es nada - al final apagó el cigarro y lo tiró en un bote de basura.

- Te veías perdido - dijo Tōru tomando la mano del rubio.

- Solo recordaba algo, lo siento, no llegue a prestarte atención - Oikawa negó rápidamente - No hay problema -

- ¿Quieres comprar algo más? - Tōru nego.

- Vayamos a tu casa y cocinemos algo para comer -

- Mayormente haré yo la comida ¿Lo sabes verdad? -

- Deja de decir eso, cualquiera que te escuchará creería que es cierto -

- Pero lo es -

- Pero nadie tiene que enterarse - murmuró el castaño con vergüenza.

- Eres todo un lío -

- Lo se, pero así te gusto ¿No?- Atsumu tenía un rosa en sus mejillas y desvío su vista hacia otro lado negándose a contestar.

Tōru sonrio al ver al otro de aquella manera.
Le agradaba, era una linda sensación.
Era lindo ver a una persona que aprecias de aquella forma.

El transcurso hacia la casa del rubio fue entre broma y broma con Tōru pues este quería hacer reír a Atsumu.

- Estoy de vuelta - dijo Atsumu aunque la casa estuviera realmente vacía.

Oikawa entendía muy bien a qué se refería aquel saludo pues para Atsumu su hermano siempre seguiría viviendo en aquel lugar.

El momento se volvió más silencioso, el castaño se limitó a entrar en la casa y a susurrar como ya le era costumbre un "lo siento".

- ¿Que quieres para la cena?- le pregunto Atsumu a Oikawa, y Tōru de inmediato dirigió su vista hacia el.

- Lasaña, podríamos hacer eso - contestó.

- Lo prepararé yo ve a la habitación a descansar un rato, mientras está esto listo -

-¿Eh?, No, yo te ayudaré, no se me da bien cocinar pero puedo al menos ayudar en algo -

El rubio se acercó a Tōru y le dio un beso en la frente - Me encargaré yo de la comida, tu descansa, parece que no has dormido últimamente -

- Tu tampoco te ves muy bien que digamos - contestó Tōru.

- Eso no importa realmente ahora -

- Si que importa - contestó Tōru.

- Ve a descansar no insistas, cuando la comida esté lista te llamaré comeremos y luego dormiremos juntos ¿Te parece?, Yo también voy a descansar así que no te preocupes - Tōru no muy convencido terminó aceptando y se dirigió a la segunda planta donde ya se quedaría dormido.

Atsumu por su parte intento preparar lasaña guiándose por las recetas que tenía en un cuaderno Osamu y su abuela.

Le traía nostalgia, miedo y tristeza pero aún así abrió aquel cuaderno y busco la receta de como preparar aquella comida.

Leyó que ingredientes necesitaría los busco en su refrigerador y en la despensa pequeña que tenía.

No parecía tan complicado preparar aquello, sería divertido, gracioso pero nostálgico preparar la comida que solía hacerle su abuela o Osamu cuando querían consentirlo.

Oikawa luego de unos diez minutos había quedado profundamente dormido en la cama del rubio pues era cierto que no había dormido bien últimamente, con todo lo de Bokuto, Kurō, ir con Hajime, todo le había causado problemas.

Además poder relajarse así en la casa del otro tampoco le desagradaba.

El problema de su sueño vino cuando escucho una voz a la cual le tenía miedo desde hace poco, una voz que le erizaba la piel al instante.

- Tōru -

Que su nombre fuera pronunciado por aquella voz le aterraba, era una sensación horrible para el.

- Yo se que te pedí, pero...- Oikawa parecía toda una bolita llena de miedo ahora mismo, algo que no experimentaba a menudo - Termina con Tsumu -

- ¿Por qué quieres algo así ahora?- cuestionó Tōru.

- Tu te sientes atraído por alguien más, es horrible verte con Tsumu salir cuando realmente no le quieres --Tōru sintió incomodidad en el momento.

-¿Te refieres a Hajime? - pregunto a lo que osamu asintió - El, yo terminaré con el, aunque realmente no tenemos nada, pero prometo que lo intentaré, me enamorare de Atsumu - Osamu negó.

- El se enterara que tú me mataste, y será mucho peor para el. Quiero que se despegue de ti, no quiero que caiga en algo malo de nuevo -

Tōru mordió su labio inferior tratando de buscar una manera de contradecir aquello que era cierto - No amo a Iwa-chan -

- No te mientas a ti mismo - contestó Osamu.

- Soy incapaz de amar a alguien - contradijo Tōru al otro.

- No es así, eras incapaz de hacerlo hasta que lo conociste a el - nuevamente Oikawa se quedó sin saber que decirle - Sólo habla con el respecto a como te sientes, y termina su relación. No será necesario que lo cuides todo el tiempo, yo me haré cargo de el apestoso de mi hermano - Osamu había sonreído mientras que Tōru estaba totalmente confundido.

No sabia que decir, no tenía idea de cómo actuar ante aquello que le pedían.

Y agradeció en parte cuando fue despertado de aquel sueño.

- Oikawa la cena está lista - la voz de Atsumu resonó en sus oídos haciéndolo levantarse de golpe con la respiración agitada.

Lo que acababa de ver y escuchar era solo un sueño.
Algo que o debía tomar como una advertencia o debía creer que era una petición de el Miya muerto.

- ¿Que sucede?- le pregunto el rubio a su pareja al verlo en aquel estado.

- nada, no es nada - contestó.

Atsumu no se trago aquello y siguio pidiendo que el otro le dijera que sucedía.
Pero Tōru se negó a decirle lo que acaba de soñar.

- ¿Que sucedió?- cuestionó ya por quinta vez el rubio.

- Solo fue una pesadilla - Tōru llevo su vista a la fotografía que había en la habitación en la cual se encontraba Atsumu con su hermano - solo fue eso -

Aquella noche luego de aquello bajaron a comer e hicieron lo que Atsumu bien había dicho desde el inicio, fueron a dormir, aunque Tōru realmente no quisiera dormir en ese lugar.

Prisionero De Tu CuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora