capítulo 7: está bien amar a cosas que nos hacen daño, pero...

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Fotos.

Capturas de pantalla.

Conversaciones calientes.

Fotos.

Diferente conversaciones calientes.

Llanto de Anastasia.

Mirada petrificada de Aquiles mientras ve lo que contiene el teléfono junto a mí.

No puedo pensar con claridad, mi mente está nublada. No paro de ver esas fotos de Edward besandose con otra chica que no es Anastasia. La cara de la chica no se ve, solo se ve la del imbécil de Edward. Estoy ardiendo de rabia, quiero tenerlo en frente para partirle las bolas. Me rompe el alma ver a Ana ahí con la mente ida mientras incontables lágrimas salen de sus preciados ojos.

Esos ojos son para dar ternura no para llorarle a un idiota.

Tampoco la puedo juzgar. No me puedo imaginar cómo estaría yo si Aquiles me traicionara...

De solo imaginarlo me da una punzada en el pecho.

Me siento al lado de Ana y la abrazo, ella parece ni sentir mi tacto, está completamente ida, su mente no está aquí con nosotros.

Ese infeliz me las pagará. Miro a Aquiles y le doy una mirada diciéndole que hay que hacer algo al respecto. Él solo niega con la cabeza.

Al cabo de unos minutos su llanto sigue aumentando, Aquiles y yo solo la abrazamos lo más fuerte posible. No decimos nada, solo dejamos que se desahogue, que grite lo que tengo que gritar, que llore lo que tenga que llorar, por hoy.

Perder a tu primer amor no es nada fácil.

Deja un vacío en el alma.

Muchos sollozos. Trata de que su llanto no resuene tan fuerte por la habitación para evitar qué sus padres entren y la vean en este estado. No me puedo imaginar lo que haría su padre si ve a su pequeña así.

Aunque muy en el fondo quiero que ese infeliz sufra aún más de lo que ya está sufriendo mi amiga por él.

Me encargaré de eso...

-Iré al baño- limpia su cara, sorbe sus mocos y aclara su garganta- ya vengo...-Ana se retira al baño pesadamente, antes de cerrar la puerta detrás de ella, varios sollozos se le escapan. Me duele tanto verla así.

-Juro que ese bastardo me las pagará.

-Opal, esa no es la solución- me reprocha Aquiles.

-¿Tú crees que yo voy a permitir que le rompa el corazón a mi mejor amiga y que ande por ahí como si nada hubiera pasado, que salga ileso de esto?. ¡Ni en sueños!, Le confíe su corazón, Aquiles, y lo rompió como si nada. Ese idiota se arrepentirá.

Si se preguntan que sí soy vengativa, la respuesta es un sí.

Si se preguntan que sí cuido a mi mejor amiga con mi vida, la respuesta es un gran sí.

Si se preguntan que sí yo hice que Ana y Edward estubiera juntos, la respuesta es un lamentable sí.

Conocí a Edward en la farmacia un día de farmacia (ya les contaré luego de que tratan esos raros días), y desde entonces nos hicimos amigos, luego le presenté a Ana, instantáneamente tuvieron una conexión ya que tenían varias cosas en común, se empezaron a gustar así que actué como cupido, cosa que para ahora mi desgracia, me arrepiento.

Después de todo, tener cosas en común a veces no es suficiente.

-Ok, ¿Y como piensas vengarte? ¿Metiéndole chinches en su pantalón?. No Opal, no es buena idea.-Ana por fin sale del baño con su cara hinchada de tanto llorar.

Hasta Que Las Estrellas Se Apaguen ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora