Mi cuerpo y mente estaban destruidos. No sólo por el hecho de despertar cada día al lado de una bestia. Si no porque lo hacías otra vez. Me engañabas con otra diferente.
Durante tanto tiempo me viste la cara de estúpida. Y eras "don" entre los imbéciles que se hacían llamar tus amigos.
Recuerdo esa tarde cuando tu mejor amigo se acercó a mi. A ti te conocí gracias a él. Él era diferente. Él me quería de verdad y yo nunca me di cuenta. Tu te emborrachaste tan rápido que te dormiste en un abrir y cerrar de ojos. Y tú mejor amigo lloro y me pidio perdón por todo. Por haberme dejado en tus manos, por no haberme dicho que me amaba desde un principio. Y en medio de sus súplicas, lo calle con un beso. Y el me amo. Esa anoche me amo como nunca antes, me amo como nunca lo hiciste tu, me dio todo el amor que tu nunca supiste darme. Y lo ame a él, lo ame tanto esa noche. Pero el miedo me ganaba y mis ganas de dejarte se evaporaban como tu amor por mi.