Estaba tan feliz y ya notaba como empezaba a crecer mi vientre. Tu no lo notabas. No me habías tocado en semanas y lo agradecía.
Una noche llegaste borracho a casa y me gritaste otra vez. Lo intente ignorar pero me gritaste:"¡Se que estas embarazada de ese hijo de puta! ¡¿Cómo te atreves a engañarme así?! ¡Ni tu ni ese bastardo van a vivir para contarlo. Menos ese bebé de mierda!"
Y entonces paso.
Sentí mi cuerpo romperse con cada golpe. Sentí mi alma romperse mientras abusabas una y otra vez de mi.
Y yo solo tocaba mi vientre. Intentando protegerlo. Y fallé.