Rude Love

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¡Lσƈυɾα Mάxιɱα!

A Mι ƝєαηɗєяtαƖ y nuestros trances

☆A Mι ƝєαηɗєяtαƖ y nuestros trances☆

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Dumbledore tenía un día de perros. No paraban de molestarle; que si el Ministerio quería que fuera primer ministro, Tom asesinando, que si Gellert quería que fuese hacer un bis a bis... y ahora, encima, debía concederle una entrevista a loca de Sybill Trelawney.

¡¿Es que no iban a dejarle en paz?!

Así que allí estaba, en una de las habitaciones (para decir algo) de la posada de su hermano, mirando como la farsante tátara-tátara-nieta de la famosa vidente Cassandra Trelawney intentaba mostrarle su... ¿cómo lo había llamado? ¡Ah! Sí... "ojo interior".

No sabía si reír o llorar. Hacia pena de ver como con sus ojos engrandecidos por las gafas de alta graduación, intentaba mirar su futuro a través de la bola de cristal.

Quería irse. Estaba perdiendo un tiempo precioso que podría estar dedicando a cosas más importantes... como apañando los puntos de las casas para que ganara Gryffindor, por ejemplo. No obstante, debía permanecer porque ahora ella tenía que quedarse en trance y venía todo ese rollo sobre un niño que cambiaría el mundo y blablablá.

Pero iba pasando el rato y allí no había ningún acontecimiento que pareciera cambiar la historia, solo mitigaba su poca paciencia.

Albus miró su reloj de planetas y agujas pero como no entendía ni una mierda continuó sin saber qué hora era.

—Bueno, ¿qué hay de la profecía de Voldemort? —preguntó de sopetón.

—¿Perdón? —dijo una Sybill totalmente desconcertada.

—Me aburres Sybill y tengo que marcharme, así que si no te importa ir al grano...

—Ejem, yo... no... ¿Qué?

—¡La profecía! ¡Voldemort! ¡El cerdo para el matadero!

—Oh. Pues... —la aprendiz de vidente se puso nerviosa y parecía más ida de lo normal— A ver...

Sybill Trelawney alargó el brazo hacía el viejo director de Hogwarts y frunció el ceño buscando concentración.

—El... El único con... el... se acerca... —la expresión de su cara recordó a Albus las muecas de un niño haciendo necesidades— se atormenta a una vecina... ¡no! No... se avecina una tormenta... se avecina el poder para derrotar a... a...

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