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﹏﹏Abrazo de ❲ 🔥 ❳ invierno﹏﹏
. . . . . . . . . . . . . . . . . .—Fang... sal del medio, dormilón.
El gran danés se levantó de donde estaba acostado para dejar pasar a un Rubeus Hagrid cargado con una enorme caja llena de crías de escreguto de cola explosiva que había preparado para la siguiente clase de Crianza de Criaturas Mágicas con los de tercero.
Hagrid depositó la caja al lado del cálido fuego de la chimenea de su cabaña, y volvió a cerrar la puerta. Mientras se sentaba en la gran mesa de madera con las mangas arremangadas y un delantal de flores para disponerse a desgranar guisantes en un bol, Fang se apartó bien lejos de los escregutos escondiéndose debajo de la cama.
A fuera nevaba. Los jardines de Hogwarts y el bosque prohibido parecían pastelitos glaseados gigantes debajo del grosor de nieve que no paraba de aumentar. Solo se oía el viento de la tormenta. Ningún alumno se había aventurado a salir del castillo para disfrutar de ese domingo de diciembre.
La noche anterior, la directora McGonagall le habló de hacer una pequeña celebración pero Hagrid lo había rehusado. Le estaba muy agradecido a Minerva por el apoyo en aquellos últimos meses, así como el reconocimiento; jamás se hubiera imaginado que lo nombraría jefe de la casa de Gryffindor. No obstante, no se veía con ánimos de estar ese día en el Gran Comedor.
Tan solo habían pasado 8 meses desde el fin de la guerra contra Voldemort y apenas quedaban rastros físicos de la Batalla. Las torres habían sido restauradas, los muros reconstruidos… la comunidad mágica en peso se había volcado en la de reedificación del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. ¡Ese mismo septiembre habían retomado las clases! Parecía que ningún suceso trágico hubiera ocurrido. Al menos superficialmente. Las heridas Hagrid eran mucho más profundas e imperceptibles a los ojos.
Ese sería su segundo cumpleaños sin el profesor Dumbledore y no tenía ganas de llorar delante del resto del profesorado. Por eso había decidido quedarse en su cabaña, pelar guisantes y tomarse una copita de brandy en honor al mago más grande y bondadoso de todos los tiempos. Después iría hacerle una visita a Grawp.
Las cartas de feliz cumpleaños estaban abiertas a su lado. Aquella mañana una docena de búhos habían retado a la nieve para cumplir con su cometido. Hermione, los Weasley, Kingsley y una sorprendente multitud de alumnos le habían mandado buenos deseos. Aunque la carta de Harry brillaba por su ausencia.
Hagrid primero pensó en Hedwig, en que ella ya no podía mandar más mensajes. También que seguramente a Harry se le habría olvidado su cumpleaños debido a todo lo ocurrido y al estrés con su trabajo como auror. Durante esas semanas el Profeta no paraba de anunciar nuevas detenciones y juicios, y aunque Harry había tratado de estar al margen de la prensa, su nombre se publicaba unas cuatro veces por semana. Hagrid sabía que eso era motivo de agobio para el chico.
Mientras una parte de él intentaba disculpar a Harry mentalmente, Fang le sobresaltó saliendo disparado de debajo de la cama. Los ladridos de su fiel amigo le ensordecieron y no le dejaron escuchar los golpes en la puerta.
Antes de que Hagrid pudiera escudriñar por la ventana, una sombra trató de limpiar el cristal y hacerle señas desde el otro lado. Hagrid se levantó y para su inmensa sorpresa, cuando abrió, delante suyo estaba Harry abrigado con un largo abrigo, unas orejeras y una gruesa bufanda.
—Pensaba que tendría que echar la puerta a tierra —dijo alegremente Harry. Cerró y una vez dentro dejó un pequeño paquete blanco encima de la mesa y se sacudió la nieve que tenía por todas partes. Con una gran sonrisa y el cabello más despeinado que nunca, se aproximó a Hagrid para abrazarle.
—Me creía que te habrías olvidado de…
—¿De tu cumpleaños? —le cortó divertido—. Hermione ya me dijo que tendrías un disgusto.
—No, no… Ya me imaginaba que te vendrías o tendrías una buena excusa —fingió Hagrid mientras se secaba un par de lágrimas con la punta de su delantal de flores.
Fang aprovechó la ocasión para lamer las orejas a Harry.
—Me iba a preparar verdura para comer pero sí prefieres nos puedo hacer un estofado de carne —consideró Hagrid delante de aquella visita inesperada que le había alegrado el día.
—Lo que quieras. Yo he traído el postre —declaró Harry cuando por fin se liberó de la presa de babas que era el perro enorme de Hagrid.
Ambos se aproximaron a la caja que el recién llegado había depositado encima de la mesa. Cuando Harry la abrió, dejó al descubierto un pastel de chocolate abultado y un poco deforme, con <<Feliz Cumpleaños, Hagrid>> escrito en verde. Era idéntico a aquel que le había regalado en presencia de los Dursley, ocho años atrás.
—¡Te deseo un maravilloso septuagésimo cumpleaños, Hagrid!
Con ese recuerdo nítido en la mente, Hagrid apuntó con su paraguas rosa (en el que seguía guardando su varita), al dementor que se escondía en ese rodal del bosque, donde había llevado a los alumnos de quinto para estudiar a los thestrals.
Un recuerdo feliz, Hagrid. Tienes que mover la mano de la varita en espiral y pensar en aquello que te haga inmensamente feliz.
La mayoría de estudiantes había huido sálvese quien pueda, pero allí tenía a Albus Potter y Scorpius Malfoy tirados en el suelo mientras aquella putrefacta criatura les iba atacando el alma. Ahora uno, ahora el otro.
Una vez más Hagrid recordó ese pequeño pastel y el día con Harry, antes de apuntar al dementor y exclamar:— Expecto Patronum!
De la punta del paraguas salió una intensa luz plateada con forma de enorme oso negro. Su protector embistió al antiguo carcelero de Azkaban y lo mandó bien lejos de ellos, llevándose consigo, esa horrible y opresiva sensación de tristeza y desazón.
—¿De dónde ha salido? —preguntó la joven Weasley corriendo hacia su primo, aún temblorosa—. ¡Mamá me dijo que se habían extinguido!
—La gran mayoría, sí —afirmó Hagrid. Se aproximó a los chicos que seguían asustados—. Me pienso que necesitamos chocolate, por aquí.
Y con la vista fija en los ojos verdes de Albus, los mismos que heredó de Harry, esbozó una enorme sonrisa.
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Lumos
FantasyRecopilatorio de Oneshots de Harry Potter. Humor, misterio, ¿lemon?, nuevas escenas inéditas con los cánon characters siempre como protagonistas. 👉🏼¡El libro que todo Potterhead debe leer!👈🏼 ❝ Of course it is happening i...