__¿Sucedio algo, Señora?.
La voz del mayordomo me saco del pequeño trance que había mantenido desde que Karin salio por la puerta furiosa. Tenía tantas cosas que pensar y hacer, incluso con solo pensarla me sentía agotada. La mirada preocupada del viejo Jiraya me conmovio un poco, ese pobre hombre había pasado toda su vida lidiando con esta familia, primero sirviendole a los padres de mi esposo, y ahora a nosotros, me daba pesar por el.
__Nada importante__ Respondí ocultando todo rastro de preocupación__ Saldre unas cuantas horas, tengo cosas que hacer y no se cuanto me demore, pero comunicales a mis hijos que los espero para cenar juntos, tengo una noticia que darles y no puede demorar__ Le pedía al mismo tiempo en que comenzaba a caminar hacia la puerta.
__¿Al señor no?.
__De el me encargo yo..__ Antes de sali me gire hacía el y le sonreí como hace tanto no lo hacía sacandole una expresión de asombro__ Gracias por tus servicios, eres un gran amigo de la familia__ Jamás le había dicho algo así, y se que lo desconcerte mucho, como minimo, debía hacerle saber lo valioso que era para mi y mi familia.
No espere respuesta de su parte, salí de mi hogar y camine directo hacia mi auto estacionado enfrente, nadie lo habia movido de lugar desde anoche y agradecía eso internamente. Al subir dí un respiro de alivio mientras lo encendía. Conducir era una de las pocas cosas que disfrutaba hacer a pesar de los años, solo mi auto y yo, sin preocupaciones, sin hijos berrinchosos y esposos mal humorados, solo yo disfrutando de un viaje silencioso, curiosamente eran pocas las veces que lo hacía, mas que nada porque a mi esposo no le gustaba que saliera sin el chofer, segun el porque manejar no era mi fuerte.
Hace mucho tiempo que no iba a la empresa de mi esposo, mas que nada porque me parecía aburrido y mas de una vez me toco esperarlo en completo silencio y sentada en un rincon de su oficina. Realmente no me apetecía ir, pero si quería intentar salvar este matrimonio debía poner de mi parte, incluso si en el fondo sabía que muy probablemente ahí se encontraría su amante.
Cuando llegue, las manos me sudaron y las piernas temblaron, aunque no quisiera admitirlo en voz alta, tenía miedo a la reacción que pudiese tener el al verme allí.
Tomando todo el valor que pude, salí de mi auto y me dirigí a la entrada con la espalda recta y la frente en alto, estaba decidida a cumplir mi objetivo y no me detendría por pensamientos negativos.
__Disculpe señorita, pero solo trabajadores pueden subir.
El guardía de seguridad se me acerco cuando estaba apunto de tomar el elvador. El hombre me sonreia amablemente por lo que no lo tome a mal. Años sin visitar el lugar, era obvio que nadie me reconociera como la esposa del jefe.
__Disculpe, soy Sakura Uchiha, la esposa de Sasuke Uchiha__ Conteste amablemente mientras le enseñaba mi identificación para que comprobase mi identidad. El hombre se puso palido y retrocedio asustado, como si creyese que por averme detenido lo fueran a despedir.
__¡Lo lamento mucho, Señora Uchiha!. Dejeme le indico el piso__ No fue necesario que preguntara, era obvio para el que deseaba ir al ultimo piso, mas especificamente a la oficina de mi esposo.
__No se preocupe, muchas gracias__ le respondí restandole importancia y me subí al elevador. En cuanto las puertas se cerraron suspire aliviada. Estar ahí era muy incomodo, solo esperaba no llevarme algun disgusto y que valiese la pena hacer todo esto.
Para toda mujer es facil descifrar cuando algo va mal... por eso no me sorprendí cuando al bajar del elevador me encontre con el escritorio de la secretaría de mi esposo vacío. No había nadie alrededor y la puerta de la oficina estaba cerrada... tuve que detenerme frente al escritorio y cerrar con fuerza mis ojos para darme valor, si lo que estaba pensando era cierto, debería llenarme de toda la paciencia y coraje para afrontar esto.
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Una última oportunidad (En edición)
Fanfiction¿Que arias si tuvieras tu tiempo contando y Tu matrimonio estuviera en la cuerda floja? Yo decidí ser feliz, no permitiría que nadie interfiera con mis planes de volver a unir a mi familia... Ni siquiera a mi esposo.