Un Corazón Destruido. (Corregido)

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Cuándo al entrar a mi hogar me encontre con todos los miembros de mi pequeña familia parados en la entrada mirando en mi dirección con claras expreciones distintas, me sorprendi bastante e incluso puedo admitir que llegue asustarme un poco.

Mi hijo Deisuke me observaba como si me hubiese salido otra cabeza, pero por la sonrisa que poseía en los labios supuse que no me miraba así por desagrado.. no el por lo menos, porque lo que eran su hermana y padre, ohh esos me miraban de arriba a bajo con el claro desagrado en sus destellantes ojos negros.

__¡Mamá que bien te ves!__ Era la tercera persona que me hacía un cumplido hoy. Karinse había emocionado cuando le pedí que me ayudara arreglarme, y al parecer tenía completa razon cuando dijo que me veía hermosa.

__No digas eso o me lo creeré__ Me reía con algo de verguenza mientras caminaba hacía el para abrazarlo con fuerza__ Me alegra que estes aquí__ le susurre sintiendo como este me devolvía el abrazo sin pena alguna.

__¿Dondé estuviste durante el día?, ¿Creés que una mujer de tu edad debe desaparecer así? preocupaste a tus hijos.

Pero como era costumbre, la voz irritada y fria de mi esposo desaparecio todo rastro de alegría en mi. Al soltar a Deisuke y alejarme un poco, pude detallar como aquellos ojos frios destilaban ira, parecía que mas que a mis hijos, era el quien se molestaba por saberme desaparecida.

__ Esa nunca fue mi intencio. Fuí a ver a Karin y luego me paseé por el centro comercial__ Hable con aquella falsa tranquilidad que ya estaba acostumbrada a transmitir. Realmente no quería discutir, lo unico que deseaba era recuperar un poco de aquella esperanza que había poseído días atras con respecto a mi familia... aunque cada vez era menor.

__Perfecto, ahora puedo irme a mi habitacion__ Escuchar la voz tan indiferente de mi hija me encogio el corazón, pero cuando vi como mi esposo la detenía por el brazo una parte de mi quiso creer que el deseaba arreglar las cosas como familia.

__Nadie se va ahora. Hoy cenaremos juntos__ Sus ojos se posaron sobre mi y yo no pude ocultar la sonrisa esperanzada en mis labios.




















Por primera vez en mucho tiempo, me sente en aquel extremo de la mesa mientras observaba como las empleadas traían los alimentos y mis hijos se hacían de sus respectivos lugares en completo silencio. La prescencia de Sasuke en el hogar era como un huracan, la servidumbre parecía nunca detenerse con miedo a que el dijese algo, mis hijos incluso parecían temer una mala reacción de su padre, algo que conmigo jamas sucedio.

Si el no hubiese llegado, probablemente tanto Deisuke como Sarada se hubiesen marchado enseguida y sin decir nada mas.

No queriendo que la pesada capa de incomodida se serniera sobre nosotros, carraspeé un poco y mire en dirección a Deisuke para intentar comenzar una conversación madre e hijo, como hace mucho no hacíamos.

__¿Comó se encuentra Matsuri, Dei?__ me anime a interrogar pero el solo alzo su vista hacia mi y dio la respuesta mas cortante que pudiese haber inventado alguien.

__Bien__ Mis manos se clavaron en el mantel blanco de la enorme mesa. Siendo cosnciente de su desinteres en conversar, decidí intentar del otro lado, con Sarada, siempre bajo la insistente mirada de Sasuke.

__¿Comó estas en el estudio, Sarada?__ Ni siquiera tuvo la descencia de mirarme, sus ojos siguieron en el plato servido frente a ella y el silencio comenzo a ser dolorosamente incomodo__ Juuzou entro a un equipo de fútbol, pensaba que quiza podemos ir a verlo a su proximo partido, se que a Karin le encataría.

Me sentí un cero a la izquierda cuando al terminar de hablar nadie contesto. Deisuke parecía mas concentrado en el movil, Sarada estaba enpeñada en ignorarme, y Sasuke parecía disfrutar de verme ser ignorada por todos. 

Una última oportunidad (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora