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PRÓLOGO
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—Ya tengo un plan —Peter dijo con emoción, sentado en la silla junto a Ned. Ned asintió animando a su amigo a seguir—. Okay, primero, me siento junto a Becky en el avión. Segundo, compro un adaptador para dos audífonos y veo películas con ella todo el tiempo.
—Okay... —Ned convirtió lentamente su expresión en un ceño fruncido mientras Peter continuaba su explicación.
—Tres, cuando vayamos a Venecia, Venecia es famosa por sus cosas de vidrio, ¿verdad?
—Claro.
—Ahí le compraré una pulsera de una camelia porque su flor favorita es la camelia y bueno por...
—El ballet.
—La dama de las camelias, hablo de eso por meses. Cuatro, estando en París, la llevo a la cima de la Torre Eiffel, le daré la pulsera. Y cinco, le digo lo que siento —Peter parpadeó, mirando un momento hacia Sarah, quien estaba concentrada garabateando en su bloc de dibujo mientras movía su cabeza al ritmo de alguna canción que salía de sus audífonos—. Y el seis es esperar que me diga que siente lo mismo.
—¡Oh! No olvides el paso siete —Ned comentó y Peter asintió, haciendo clic en su bolígrafo.
—¿Paso siete? —preguntó, con el bolígrafo sobre una hoja.
—No hagas nada de eso.
Peter levantó la vista rápidamente, su expresión esperanzada cayó en una molesta—. ¿Por qué?
—¡Porque vamos de solteros a Europa, Peter! —dijo Ned encogiéndose de hombros, cómo si fuera algo obvio.
—Ned —suspiró Peter.
—No sé muchas cosas, pero esto sí. Los europeos aman a los americanos.
Peter entrecerró los ojos mirando sospechosamente a su mejor amigo—. ¿De verdad?
—¡Y más de la mitad son mujeres!
—Okay, sí... —respondió vacilante—, pero la que a mi me gusta es Sarah. Es lo máximo, es súper divertida de un modo tierno, y a veces la veo mirándome y creo que ya me tardé demasiado... —Peter levantó la vista, dándose cuenta que Sarah y MJ caminaban hacia ellos—. Ahí vienen, ¡no digas nada!
Los dos de repente se enderezaron, mirando a las dos chicas.
—Hola chicos —saludó la rubia con una amable sonrisa, mirando entre los dos muchachos.
—¿Qué hay ñoños? ¿Emocionados por el viaje? —añadió MJ.
—Hola, sí. Estábamos hablando del viaje.
—Sí y el plan de Peter —dijo Ned, rápidamente robando la atención de los demás.
—¿Tienes un plan? —Michelle preguntó sin rodeos.
Sarah rió, centrando su atención con Peter—. ¿De verdad?, cuéntanos.
Peter frunció el ceño y miró a Ned antes de volver a mirar a sus dos amigas.
—Yo no, no tengo un plan.
—Ah, es que se le antojó coleccionar cucharitas de otros países —Ned respondió y giró la cabeza, guiñándole un ojo a Peter.
Michelle entrecerró los ojos sospechosamente.
—¿Como una abuela? —preguntó MJ lentamente.
—Yo no voy a coleccionar cucharas —respondió, apuntando su pluma hacia Ned—. Él es el que las colecciona.
—No hay nada de malo en eso —mencionó Sarah sonriendo hacia el mejor amigo de Peter—. Creo que es lindo, Ned.
Ned sonrió satisfactoriamente antes de voltear a ver a Peter, el cual tragó nerviosamente.
—Uh, bueno —MJ hizo un gesto entre los dos muchachos y forzó una risa—. Esto es un carrusel de emociones. Por cierto, consejo de viaje; deberían bajar una VPN a su teléfono para que el gobierno no los rastree en Europa.
MJ miró hacia Sarah—. Supongo que te veré en español.
—Nos vemos en español —Sarah respondió con una sonrisa brillante antes de que MJ saliera del salón en silencio.
Una vez que se fue, Sarah se cruzó de brazos y enarcó una ceja, mirando entre los dos muchachos.
—Ustedes son tan malos mentirosos —masculló—. Ya se fue MJ. Ahora me dirán lo que me están ocultando, ¿verdad?
Peter parpadeó nervioso—. Estábamos hablando del viaje, como dijimos.
—Sí —Ned asintió, demasiado vigoroso para el gusto de Becky.
—Está bien, claro —Sarah decidió no insistir y sostuvo su bloc de dibujo contra su pecho—. Los veré después de la escuela.
Se despidieron entre ellos mientras el timbre que daba por terminado el período empezaba a sonar.
Peter dejó escapar un suspiro y se giró hacia Ned.
—Ella se dio cuenta.
Ned resopló—. Nah, creo que la convencimos.
Peter miró por encima de su hombro, viendo el brillante cabello de Sarah al salir por la puerta. Sacudió su cabeza y se dejó caer sobre su brazo en señal de derrota.
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NOTA
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¡Bienvenidos!
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Estoy emocionada por esta historia
Si son nuevos creo que deben leer la saga de Steve Rogers, pero bueno eso es sólo si ustedes quieren.
