Capítulo 34

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Derek

48 horas desde el secuestro

Regresar a la escuela luego de todo lo que ha pasado es realmente desastroso. La noche anterior luego de terminar de hablar con el padre de Gabriel, él salió de inmediato a reportar su desaparición a la policía del pueblo, y Luke le habló a sus padres del ataque del profesor, su madre lo llevó de inmediato con las autoridades y lo riñó por no haberle dicho de inmediato. Sin embargo, hasta la mañana de hoy no ha habido nada; la policía nos hizo preguntas a todos sobre cuando fue la ultima vez que vimos a Gabe y todos dijimos que había sido el día del partido, osea hace dos días y que nos habíamos separado cuando se formó la pelea en el campo. Luke por su parte aclaró que ella había estado con él cuando Jenkins lo golpeó y que cuando despertó ninguno de los dos estaban.

Contrario a lo que esperábamos, la policía en lugar de pensar que Jenkins la ha secuestrado, parecen convencidos en creer que se han fugado juntos.

Camino con furia por los pasillos buscando a los chicos para reunirme con ellos, las clases están por acabar y tenemos que pensar cuál va a ser nuestro siguiente movimiento; el señor Peter tiene razón, no vamos a dejarle todo a la policía, mucho menos ahora que ellos piensan que ella se ha escapado con el imbécil de Jenkins. De solo pensarlo, la furia se apodera de mi.

Estoy por cruzar casi corriendo en una de las esquinas para llegar a la biblioteca donde hemos quedado, cuando la voz chillona de Amber llega hasta mis oídos. Al parecer, la rubia se encuentra junto a su séquito de descerebradas hablando de lo ocurrido con Gabe dentro de uno de los salones, por inercia coloco mis ojos en blanco y procuro apresurar el paso para no tener que escucharlas, pero sus siguientes palabras hacen que mis pies se paralicen en su lugar.

—A mi me resultó muy sospechoso verlos juntos en el auto de él— Amber les dice en tono confidente a sus amigas— De inmediato confirmé que no era tan santita como quería aparentar, lo bueno es que eso deja a Derek...

—¿Donde los viste juntos?— Entro como un rayo en el salón cortando su diatriba y me coloco enfrente de la chica.

Los ojos de Amber me observan con desagrado y una sonrisa burlona curva sus labios antes de contestarme.

—Vaya, parece que el engaño no te ha sentado nada bien ¿eh?— Mis manos se cierran en puños y eso solo hace que la sonrisa en su rostro se vuelva más grande.— Debiste hacerme caso y quedarte conmigo.

—Amber, contesta la maldita pregunta— Mis dientes están apretados y ella se ha dado cuenta que no estoy para juegos.

Torciendo los ojos Amber corre su cabellera rubia hacia su espalda y se endereza en su silla. Sus ojos azules se quedan fijos en los míos y una mueca de desagrado se fija en sus labios al verme acercarme más a ella de manera amenazante. Sin embargo, no dice una sola palabra.

—No te conviene hacerme enojar, Amber, hay un montón de cosas que se me podrían escapar sobre ti, y terminar en el periódico escolar.

Eso logra llamar su atención y en el acto su rostro enrojece dos tonos debido al enojo. Su mirada parece querer asesinarme y eso solo consigue sacarme una pequeña sonrisa de satisfacción. Inclino una ceja en su dirección invitando a que hable, y ella aprieta con fuerza la mandíbula antes de recostarse en su silla.

—Él se encontraba comprando víveres en la tienda del señor Wilson y ella estaba esperándolo en el auto.—Por más que lo intenté, no pude evitar mi ceño fruncido al escucharla y ella parece feliz de mi reacción.— Parecía que compraba provisiones para una escapada.— Concluye con una risita en los labios.

Esto tiene que ser mentira. Gabe habría pedido ayuda de haberse visto sola dentro del auto en un sitio público, sería el momento perfecto para escapar. Aún así, conozco a Amber y puedo notar que aunque sus palabras son venenosas, no parece estar mintiendo.

Lo que creíamos perdido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora