Lo que creíamos perdido ©

Capítulo 24

Nota: Hola bellezas😘, para los que están leyendo por primera vez !bienvenidos! ... Para aquellos que están leyendo la edición quiero darles las gracias por haber sido tan pacientes... Aviso importante: NO SE PUEDE SEGUIR LEYENDO LOS CAPÍTULOS NO EDITADOS PORQUE NO HABRÍA COHERENCIA... La historia esta siendo modificada, algunos capítulos han sido removidos y otros unidos por lo que solo lean las actualizaciones por favor.

¡Ahora si... a leer!👏😍

La fría brisa nocturna golpea mis mejillas al instante en que abro la puerta del balcón de mi habitación y pongo un pie afuera. Ya son casi las diez de la noche y debo darme prisa si quiero llegar a tiempo. Desde mi posición, puedo ver el carro de Luke aparcado afuera de la casa de Nate, y el de Mei a su lado, lo que me hace pensar que soy la única que no ha llegado, lo cual es irónico si tenemos en cuenta que vivo al lado. Inicialmente pensé que podría salir por la puerta principal sin problema, pero al parecer mi padre ha tenido un estallido de inspiración y no ha dejado de pintar en su estudio, el cual queda justo al pie de las escaleras, lo que me hace imposible pasar por allí sin ser vista, y lamentablemente no tengo una excusa lo suficientemente buena para estar saliendo de casa a las diez de la noche un jueves; por lo cual, ahora me encuentro mirando con recelo el árbol que normalmente le sirve de escalera a cierto castaño para llegar hasta mi habitación.

Ayer, luego de lo sucedido en el partido Mei nos había hecho a todos ir a su casa y nos había contado sobre el plan que tenía en mente para encontrar al escritor fantasma, y tal como ya me había dicho tendríamos que romper un montón de reglas y estaríamos violando como mínimo dos leyes, pero honestamente eso ya no me importa. Derek también había tenido una idea bastante buena, así que ahora me siento mucho más optimista de lo que he estado antes, en especial porque sé que ahora todos saben que pasó en realidad y aun así están a mi lado. Es como haberme arrancado un yunque del pecho, y haber comenzado a respirar con tranquilidad por primera vez desde que los conocí.

Los chicos están esperándome para dirigirnos a la escuela, donde vamos a meternos a la fuerza, espiar las cámaras de seguridad, ingresar a la oficina del rector, instalar nuestras propias cámaras... Y otras cosas más que podrían darnos muchos problemas si nos descubren.

Trato de apartar esos pensamientos de mi mente y empiezo a pasar una pierna por encima de la baranda hasta que uno de mis brazos pueda llegar a la rama más cercana. Por un instante mis ojos viajan hacia abajo y un sentimiento de pánico se irradia en mi pecho.

«Voy a morir».

Como puedo vuelvo a fijar mi vista en el árbol y me obligo a respirar para calmarme. Por Dios, no es tan difícil, y no está tan alto, además tengo el árbol. Me digo a mi misma, tratando por todos los medios de no pensar en que si caigo, me podría partir la mitad de los huesos del cuerpo. Con movimientos torpes y lentos consigo incorporarme del todo en la rama y poco a poco voy bajando una a una. Lo malo de los árboles es que las ramas suben junto a él, por lo que me toca saltar para alcanzar el suelo, aunque la distancia no es mucha mi suerte no es la mejor, así que posiblemente me voy a torcer algo. Tomando una gran bocanada de aire cierro los ojos, separo las piernas y me lanzo al vacío esperando tocar el suelo, pero este nunca llega, en cambio un par de brazos rodean mi cuerpo y me aferran con fuerza. No tengo que abrir los ojos para saber de quién se trata.

—Eres toda una scout, eh bonita. —El aliento de Derek lo siento a centímetros de mi rostro, y puedo sentir mi corazón palpitar con fuerza en mi pecho, solo que ya no sé si se debe a la adrenalina del momento, o la cercanía del castaño.

—Soy una caja de sorpresas —articulo con dificultad, abriendo los ojos y dándole al castaño una pequeña sonrisa a la vez que me sonrojo.

El castaño suelta una carcajada y deja mis pies sobre el suelo, en ese momento me siento mareada por su cercanía y el sonido de su risa me tiene completamente embobada, entonces para terminar de empeorar mi aturdimiento, Derek se inclina hacia mí y presiona sus labios sobre los míos, dándome un beso que logra despertar cada molécula de mi ser. Separa sus labios unos centímetros y roza su nariz roza con pereza sobre la mía, haciendo que mis manos vayan hasta su camiseta y la sostengan en puños con fuerza.