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Los pulmones de Tony dolían y gritaban por aire pero prefería morir asfixiado antes que separarse los labios de Steve pero fue el pelirrojo quien se separo de él, quedaron observándose fijamente a los ojos con la vergüenza reflejada sobre Tony.

–¿No que nada cambiaría? – Tony enarco una ceja, Steve simplemente formó una linda sonrisa.

–Voy a ignorar eso.

–Me parece perfecto, ¿sabes? Iré a dormir – Se levanto del sofá y fue directo a las escaleras.

–Tony, ven.– Tony se negó haciendo una seña con el dedo.

–Hasta mañana, Stiff....

–Tony...

Era en vano volver a llamarlo sabía que no regresaría, se sentó en donde antes reposaba el cuerpo de Tony y se puso a pensar ¿Que haría? Beso a Tony dos veces y sentía que no solo serían esas veces, no podía estar cerca de él sin tener el impulso de pegarlo contra la pared y devorarlo, pero tenía que controlarse ¿Como quedaría el boxeador más reconocido de todo Estados Unidos siendo gay? Les aseguro que nada bien pero...Nadie tenía porque enterarse, tampoco era como si Tony terminaría siendo algo más allá de su enfermero personal, simplemente es un impulso, quizás las hormonas, no estaba enamorado de él, ni lo estaría.

***

Risas desconocidas que provenían de la sala retumbaron en los oídos de Tony haciendo que abriera los ojos perezosamente, un gran bostezo se escapo de sus labios, antes de bajar y ver quienes habían interrumpido su sueño tan placentero. Se dirigió al baño a lavar sus dientes, como siempre se había dormido con la ropa que tenía ayer y solo acomodo todo en su lugar, al bajar las escaleras distinguió una larga y lisa cabellera castaña  "otra puta más" pensó inmediatamente, otros escalones mas abajo alcanzo a distinguir la melena roja al lado de la chica, tenía pensado tomar su desayuno, ignorarlos y subir otra vez pero la voz de Steve impidió eso.

–Hola, Tony.– La chica al lado de Steve volteo y Tony la vio de frente, era realmente hermosa su cabello castaño hacia resaltar sus grandes ojos miel, al igual que sus rojos y carnosos labios, la chica al mirarlo abrió los ojos de par en par.

–Pero mira que tenemos aquí – Tony se extraño y retrocedió viendo como la chica se levanto de golpe – Oh no te asustes cariño no te haré nada.

–Tony, ella es Peggy. Peggy, él es Tony.

–Steve, me dijiste que era guapo pero no me imagine que tanto – Tony abrió los ojos de par en par para luego sonrojarse y bajar la mirada.

–Peggy, cierra la boca.

–Oops, se me escapo – Soltó una risita y se llevo las manos a la boca – ¿Cuantos años tienes, cariño?

– 17 – Le respondió aún confundido.

–Que oportuno yo también – la chica abrió la boca mostrando todos sus dientes en una esplendida sonrisa – ¿Estas soltero?

–S-Si...

–No es de tu incumbencia, déjalo ya, Peggy - Le regaño pero la castaña simplemente lo ignoro.

–¿En serio? Eres muy guapo para serlo – El chico volvió a bajar su cabeza sonrojado – ¡Pero mira! Eres una ternura y tus ojos son hermosos.

–Gracias, los tuyos también. Bueno en realidad toda tú es hermoso. – Fue el turno de Peggy para avergonzarse y el turno de Steve para perder la cabeza ¿Tony en serio había dicho eso? Hay que ver que no es tan quedado como parece .

–Oh, gracias.– Respondió segundos después  con una pequeña sonrisa – ¿Steve, por que no me lo presentaste antes?

–Para que no anduvieras de zorra coqueteandole pero mira, no funciono.

Out Of The Ring // StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora