Capitulo 7

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Amortentia



El día estaba helado, la nieve blanca solo resaltaba la belleza de Hogsmade, y le secaba la garganta a la pelinegra, la cual, tomó otro trago de cerveza de mantequilla. Evitó rodar los ojos cuando notó que el trio de estiércol ingresaba al lugar, intercambio miradas rápidas con su hermano y bufó. Harry parecía un pavo real caminando con el pecho tan afuera. Sus ojos se dirigieron hacia la cabellera rubia que pasó en dirección a las escaleras del lugar y agradeció haber escogido un lugar donde pocas personas podrían verla.

Draco actuaba extraño y ella sabía perfectamente porque era. Sabía que el slytherin debía encontrar una forma de asesinar a Dumbledore, y conociendo a Malfoy, sabía que el buscaría una forma que no lo hiciera sentir tan culpable, alguna forma de liberarse de sus pecados o de adjudicar la culpa a otro, y lo entendía. Ella también hacia eso cuando sentía que el peso sobre sus hombros eran mucho, y el principal objetivo de ella era su hermano. A pesar de no hablarse hace una semana, la pelinegra seguía a Malfoy como perro faldero y aunque este la notaba en ocasiones siempre pensaba que eran encuentros accidentales. Y eso sólo le aseguraba más a la pelinegra que tan perdido se hallaba su amigo, por que Draco Malfoy podía ser muchas cosas pero definitivamente no era estúpido.

Suspiro cuando Draco desapareció de su campo de visión en la planta alta del establecimiento y se permitió una sonrisa cuando vio la cara de fastidio de su hermano ante el profesor Slughorn, el cual, parecía mucho más interesado en hablar con el Gryffindor que en aprenderse correctamente el nombre de sus demás estudiantes. La pelinegra siguió con la mirada a unas dos chicas que salían del lugar llevando un paquete en las manos, y frunció el ceño. Su hermano con el grupo de tontos salieron unos minutos después.

Lara espero pacientemente a que Draco volviese a aparecer por la puerta por la que había desaparecido cuando el alboroto se llevó a cabo a fuera, la joven se paró acercándose a una ventana pero solo podía ver un tumulto de gente así que optó por preguntar que había pasado —¡Una estudiante recibió un maleficio! — fue la respuesta que obtuvo. Los ojos de Lara se ampliaron cuando entendió levemente que había sucedido. Aprovechando la conmoción se acercó al piso de arriba descubriendo que habían baños así que se dirigió al de hombres.

Al entrar el silencio reinaba y estaban aparentemente vacios pero la pelinegra comenzó a mirar por debajo de las pocas puertas que había allí. Se detuvo en el último debido a que pudo observar unos zapatos de vestir pulcramente limpios: Draco. Se incorporó y tocó la puerta levemente —Draco...— murmuró apoyando sus manos sobre la puerta. —¡Draco! Joder, ¿Puedes abrir la puta puerta? Algo malo acaba de pasar— dijo la mujer ya exagerada. El rostro de su amigo se hizo presente. Los ojos de Lara escanearon alrededor antes de meterse con el en el minúsculo espacio.

Lara lanzó un hechizo para que nadie los escuchará antes de mirar fijamente a su amigo, Draco estaba pálido y parecía nervioso —¿Que haces aquí?— pregunto el rubio, Lara suspiro.

—La Gryffindor...— dijo tomando aire —abrio el paquete— informó, Draco se dejó caer sobre el inodoro, que, gracias a Merlín tenía la tapa cerrada. Lara maldijo la falta de espacio vital en ese lugar y se agachó como pudo frente a los ojos de su amigo, el cual, los tenía abnegados en lágrimas que no derramaba —¿Que tenía ese paquete, Draco?— preguntó

—Soy una mierda, soy una mierda — sollozó el slytherin, Lara negó con la cabeza mientras acariciaba sus brazos

—No lo eres, no...— dijo pero Draco seguía repitiendo lo mismo, una y otra vez. Parecía en alguna especie de trance o shock emocional. Lara zarandeó a su amigo levemente intentando que volviese en si pero no funcionó.

Optó por sostener el rostro del rubio entre sus manos, obligándolo a mirarla a los ojos, Draco se calló y se limito a soltar un par de lágrimas, Lara no estaba en mejor estado que él. Le dolía horrores ver así a su mejor amigo, aquel que la había acompañado en todo. No entendía, no lograba entender porque lo habían castigado de ese modo, porque toda la situación era obvio: matar a Dumbledore era el castigo de Draco Malfoy.

Lara no sabría definir si lo que hizo era parte de un conjunto de cosas o simplemente lo hizo por que quiso. Quizás fue la cercanía que ambos mantenían, la triste mirada de su amigo, o el creciente ardor que tenía en el pecho, pero simplemente lo hizo. Los labios de la castaña impactaron contra los de Draco y este posó rápidamente sus manos sobre el cuerpo de su...amiga. Ambos intensificaron el beso, la lengua de Draco contorneo el labio inferior de Lara pero los dos se separaron cuando escucharon como gente comenzaba a entrar al baño. Sus respiraciones agitadas se mezclaban mientras la plata hirviendo de los ojos de Draco se posaba sobre el mar tormentoso que Lara tenía por ojos.

Lara tenía la cabeza hecha un desastre, no entendía porque había hecho eso, no se entendía a sí misma pero si tenía en claro que lo que acaban de hacer era el efecto mariposa en su excelencia. Todas las piezas del dominio caerían a partir de ahora.

Lara también pudo identificar el sabor que tendría su poción de Amortentia de los labios de Draco Malfoy.











Scars [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora