Breaden.
Era demasiada coincidencia que las cuatro llantas del auto de su amiga Caroline explotaran, porque pudo ver restos de goma en el suelo, como si las hubiese inflado de más. Sin problema llamó a su padre para que mandara una grúa prometiendo que estarían listas en el taller para el día siguiente. La acompañó hasta su casa en taxi y él siguió hasta la suya.
Resopló de frustración mientras entraba en la casa, liarse con Caroline no le iba a venir para nada mal, hacía casi dos meses no había estado con nadie pero la chica estaba tan molesta con lo que le pasó a su carro que prácticamente rechazó estar en compañía de Stiles.
Sí que tuvo ganas de bajarse con la chica y sí que la hubieran pasado bien, solo que la muchacha se bajó del carro sin decir nada y se metió a su hogar azotando la puerta detrás de ella.
- ¿Te fue todo bien? - lo recibió Scott bajando las escaleras con una media sonrisa. Parecía tranquilo, incluso contento. Supuso que estaba jugando en la consola con Isaac ya que sabía que a él también le embobaba pasar el rato allí.
- No del todo. - bufó el castaño en referencia a su amiga, a sabiendas de que Scott no sabía ni sabría sobre su fracaso porque una cosa llevaría a otra cosa y no tenía ganas de dar explicaciones. - ¿Me necesitas para algo? -
- No te preocupes, Scotty. ¿Pateamos el trasero de Isaac? -
Su mejor amigo afirmó de acuerdo y subieron a la habitación para ponerse a jugar. Después de hacerse tanto daño presenciando como Allison pasaba el rato como si nada con otra manada, al par de lobos le venía bien compartir un momento juntos, pero era reconfortante ver que no había rivalidad entre ellos. Al parecer Scott aún tenía esperanzas de estar con Kira, o simplemente estaba con alguien más.
Jugaron los tres hasta tarde y pasada la medianoche Scott tenía que volver a casa. Stiles le dijo que podía quedarse y dormir con él en su cama, o con Isaac en su cuarto, en el sofá o en la bolsa de dormir, pero no aceptó ninguna de las opciones. No obstante, mientras lo despedía en la puerta, el Alpha no parecía querer irse.
Ahora que lo pensaba, Scott se reía y hacía comentarios mientras jugaba, se quejaba ofendido cuando perdía y festejaba presumido cuando ganaba, aún así parecía ido, como si quisiese decir algo pero no se atrevía.
- Escúpelo. - reprendió Stiles recostado en el marco, cruzando los brazos y mirándole interrogativo.
A Scott no le sorprendió que Stiles lo notara extraño, así era él; muy atento y directo. Solo estaba esperando a que lo alentara a confesar.
- ¿No vas a asesinarme si te digo? - una sonrisa cómplice apareció en su boca.
- ¿Qué hiciste? - indagó el castaño caminando dos pasos hacia su amigo, igual sonriendo.
- Malia y yo estamos saliendo. - soltó Scott sin pensarlo dos veces y el móvil de su amigo sonó en su bolsillo.
La noticia no le molestó, ni tampoco le alegró. Su relación con Malia había acabado desde que ella dejó de contar con él y de verdad se había sentido terrible en ese entonces. Reconocía que la coyote dejó de contarle cosas y empezar a actuar a sus espaldas por el hecho de protegerlo y mantenerlo alejado del peligro que corría mientras estaba detrás de la loba del desierto, pero Stiles ya estaba acostumbrado a enfrentar peores situaciones y jamás la perdonó. No era como si necesitase hacerlo o necesitase que su ex se lo pidiera, solo que con ese distanciamiento los dos perdieron interés amoroso el uno al otro, aunque al fin y al cabo, el amor no era lo que más representaba aquella relación.
Solo se rió al escuchar la confección de su mejor amigo. - Debo admitir que no me lo esperaba, pero que bien por ti, hermano. -
- ¿No estás molesto conmigo... o con ella? - Scott estaba listo para salir corriendo por si Stiles se acercaba a golpearlo.
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Lealtad efímera | Sterek |
Fanfiction>>Historia finalizada<< Cuando Breaden volvió a Beacon Hills para ayudar a Malia a acabar con la loba del desierto, trajo consigo una mala noticia y solo se lo dijo a Stiles. Stiles y Derek pertenecen a manadas opuestas y pronto su relación volverá...