Enfrentando la realidad.
Primera y principal regla después de una pelea con Derek es darle su espacio.
No fue una pelea en sí. No hubieron argumentos ni hubo una discusión, apenas un tema del que el lobo no tenía idea de cómo pasó, dándole rienda suelta a su traicionera imaginación y hacerle creer que todo fue un simple juego. Y conociéndolo, estaría corriendo por el bosque o aullándole a la luna sin consuelo alguno.
Mal momento decidió entonces la madre naturaleza para hacer su trabajo y llovió como si no hubiera un mañana, impidiendo que fuera a buscarlo a su loft, aún sabiendo que Derek no se dejaría ver vulnerable ante nadie, ni siquiera frente a su hermana.
Después de llegar a la casa, Stiles esperó a que pasaran algunas horas a sabiendas que al principio Derek no se molestaría en tomar su móvil. Podría ser que lo hayase perdido en medio de la huida o haberlo estrellado contra un árbol para no tener que responderle, pero cuando le marcó, el tono sonaba y sonaba, pero terminaba como si lo rechazara a propósito.
Comenzó a caminar sin cesar alrededor de la mesa del comedor, marcando al moreno una y otra vez, sin tener el resultado que quería.
- Iré a darme una ducha, campeón. - le avisó su papá al cabo de un rato. - Tú también ve a refrescarte. Apestas a pescado. - pretendió bromear, pero el chico no estaba en condiciones de responderle, por lo que lo dejó a solas.
Stiles le gruñó al celular y lo apretó fuerte porque Derek no le respondía. Frustrado se sentó en el piso y acostó su cabeza en el sofá, cerrando los ojos e intentando ignorar el nudo que sentía en la garganta.
En efecto el silencio y la relajación no tardaron en ayudarlo porque pudo recuperar un poco el aliento. Aquel nudo fue desapareciendo y solo de esa manera pudo darse cuenta de que con la paliza que le dio a la quimera, se había hecho sangrar los nudillos y le dejó muchos moretones que eran dolorosos.
Se miró las manos y las abrió y cerró de a poco para que la sangre circulara, y para evitar que le diera algún calambre. Y en el momento en donde más distraído estaba, recibió una llamada que contestó en el acto, creyendo que era Derek.
- ¿Stiles, estás bien? -
Stiles apretó sus dientes entre sí y se tragó el insulto que estaba por escupir porque no era Derek el del otro lado.
- Eso creo. No sé. ¿Qué pasa, Lydia? -
La chica pareció percibir la manera grosera de contestarle porque se demoró unos segundos en hablar, y recién allí Stiles comprendió que Lydia solo estaba preocupada. - Pensé en ti y tuve un mal presentimiento. ¿Seguro te encuentras bien? -
- ¿Cosas de Banshee? - inquirió Stiles, ahora interesado.
- Creo que sí. Sentí que sufrías. -
- Pues... ¡vaya! Agradezco que te preocupes, Lyds. Pero no soy yo el que está sufriendo ahora. -
- ¿De qué hablas? - devolvió rápido la muchacha. - Se suponía que te reconciliaste con Derek hace dos semanas. Me dijiste que ibas a ir de pesca con él y con tu padre. -
- Sí fuimos. Pero las cosas no terminaron nada bien. - dejó escapar todo el aire de sus pulmones yendo hacia la ventana y ver como llovía a cántaros. - Lydia, tienes que saber que Derek ya se enteró que esperas un hijo mío. -
Casi podía oír la sarta de reclamos que la chica estaba por decirle pero en lugar de eso, se oía bastante relajada a comparación de lo que se imaginó.
- ¿No se lo habías dicho antes? Stiles, es tu novio, era más que sabido que Derek fuera la excepción. -
- Eso ya lo sé. Pero no se enteró por mi boca. Theo se lo escupió en la cara. -
ESTÁS LEYENDO
Lealtad efímera | Sterek |
Fanfic>>Historia finalizada<< Cuando Breaden volvió a Beacon Hills para ayudar a Malia a acabar con la loba del desierto, trajo consigo una mala noticia y solo se lo dijo a Stiles. Stiles y Derek pertenecen a manadas opuestas y pronto su relación volverá...