Colapso┊Song Hyeongjun

0. Prólogo

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El pequeño Son Dongpyo estaba sentado con ambos brazos sobre la mesa de metal, sus muñecas estaban encadenadas, así como sus tobillos lo estaban también, el detective temía que pudiese hacer algo, más por el hecho de que no emitía palabra alguna y tampoco se movía, puede ser pequeño y tener un rostro tierno, pero todas las evidencias y testigos están en su contra. Ya no se puede confiar en nadie.

—¡Este maldito niño no dará declaración!— Decía el inspector totalmente enrabiado viendo la particular escena, mientras por la puerta entraba Han Seungwoo, prefecto general que pronto subiría de cargo a director general, era tan malditamente bueno en lo que hacía; un tipo de armas tomar, calculador, inteligente, sabía perfectamente cómo tratar a cada persona, observador y por sobre todo jamás se equivocaba.

—¿Qué pasa con éste chico?— Preguntó Seungwoo con sus brazos cruzados, mirando detenidamente al niño dentro de la sala de interrogación.

—No se ha inmutado y ya me está estresando que esté tanto tiempo así, hace más de una hora que pidió el derecho a permanecer callado.— Mencionaba el inspector arrugando el vaso de café vacío que había comprado anteriormente.

—Iré yo.— Se ofreció Seungwoo tomando un par de papeles, expedientes de Dongpyo, y un lápiz, se adentró en la salita cambiando de lugares con el detective. Una vez ambos solos, miró directamente a los ojos del muchacho, podía sentir nostalgia, tal vez melancolía y mucha rabia.

—Apuesto que no haz comido nada, espero que te guste la leche de chocolate, supongo que el café no ha de ser tu bebida favorita.

Sacó una cajita de leche chocolatada y la acercó al muchacho, éste tomó la pequeña cajita y la abrazó con ambas manos, mientras en sus labios se curveaba una sonrisa, misma que dejó a los espectadores congelados, quienes veían boquiabiertos la escena, ninguno podía entender cómo es que el prefecto lograba hacer que todo el mundo hablara.

—Lo diré todo..

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Hola, estoy ansiosa por cómo resultará esto, puede que sea un poco turbio, pero espero de todo corazón que les guste.

—Woobi.