Secretos del cerezo.

Capítulo 6

Es increíble lo bien que me siento en compañía de Shaoran, salimos juntos para ir a comer, mientras caminamos al lugar que resulta ser el restaurante del otro amigo de Eriol, y eso no es lo malo, sino que dentro alcanzo a ver a Eriol con las dos chicas que estuvieron en la cena de ayer.

¡Relájate Sakura! Me reprendo mentalmente, Shaoran me está mirando, tal vez crea que detesto el lugar y es mejor que crea eso a que sepa el verdadero motivo de mi desagrado.

–¿Comerás aquí? –observo el lugar con la esperanza de que esté lleno y no tengamos que quedarnos–

–La comida es deliciosa, además, el dueño es uno de mis mejores amigos –Shaoran me toma del brazo y me obliga a entrar, y es como si mi mala suerte hiciera de las suyas, acabamos acercándonos en donde Eriol se encuentra con las dos chicas–

–Eriol, hace tiempo que no sé de ti –comento lo más relajada posible, con la esperanza de que me siga la corriente–

–Pero si lo viste en la cena de tú pap... –la joven de dos coletas no sigue hablando gracias a la intervención de Eriol–

–Disculpen, es que necesitaba besar a mi novia –sonríe– Shaoran... –se me queda mirando, ¡Demonios! No sabe de mi mentira–

–Soy Nadeshiko, ¿tan rápido te olvidas de mí? ¿No nos presentarás a tú novia y tu amiga?

Trato de cambiar el rumbo de la conversación, Shaoran está presente y no quiero que de esta manera se entere de mi engaño, aún no es el momento, sin embargo, casi me voy de espaldas al verlo saludar a ambas chicas con demasiada familiaridad.

–Son mis primas, Meiling y Tomoyo –me informa, mi cara debe de ser de completo asombro, estoy metida en serios problemas–

–Mucho gusto, creo que mejor me voy, esto se ve que es una reunión familiar y no quiero interrumpir...

Intento huir como los ratoncitos cuando se sienten acorralados por el gato, sin embargo, este gato no me deja emprender mi huida, siento su mano en mi cintura y mi habilidad de respirar se ha ido de paseo junto con mi racionalidad.

–No interrumpes, además, Eriol es amigo tuyo, me lo debes por no responder mis mensajes –dice en voz baja, voy sacando el aire que llevo reteniendo, algo que mis pulmones agradecen–

–Shaoran... –es lo único que atino a decir–

–Por favor, toma asiento.

Termino cediendo, si salgo huyendo me comenzará a preguntar y no me siento preparada para decir, aunque, no debo demorarme, sobre todo por mi inminente matrimonio con el vejestorio.

Todos conversan muy animadamente, yo me limito a responder con monosílabos y de jugar con la comida, que no es mala, sabe bastante bien, debo poner este lugar en la lista de restaurantes no tan elegantes para visitar con James.

–Nadeshiko, deberíamos salir un día, Meiling y yo pensamos quedarnos en Japón y tú nos podrías acompañar en las salidas –comenta la chica de ojos amatistas–

–Me encantaría, pero mañana empiezo a trabajar y con la escuela, lo veo imposible –la realidad es que no quiero pasar tiempo con ellas, aunque me vendría muy bien tener amigas–

–Debes de tener algún tiempo libre, eres muy joven para solo pensar en trabajo y estudio, además, no le puedo pedir eso a mí prometido, ni siquiera me hace caso –la veo dejar los ojos en blanco, supongo que está hablando de Touya–

–Es una pena, eres muy linda –sonrío levemente– de acuerdo, veré cómo acomodarme y les aviso con Shaoran.

Igual y puede que ellas me sean de ayuda para conocer más de Shaoran, en realidad, ambas son bastante amigables, aunque demasiado parlanchinas, sacaban temas a diestra y siniestra, al final, me termino enterando de que Tomoyo es diseñadora de modas y que Meiling es psicóloga.