–¡Shaoran bájame!
Voy gritando como desquiciada, ¡prácticamente me ha secuestrado! Lo peor del caso es que todos lo ven como un gesto muy romántico y yo no le veo la parte romántica, por más que pataleo no me suelta.
–Deja de moverte, o te vas a caer –comenta mientras pasamos junto al portero de su edifcio–
–Solo caería si me sueltas –me quejo– te voy a pellizcar las nalgas a ver si así me bajas –pensándolo bien, no estaría nada mal hacerlo, y estoy a punto, hasta que siento mis pies tocar el piso–
–Dijiste que veríamos películas y yo no volaré hasta Kyoto, por lo que mi departamento es lo más cercano –el "tin" del elevador indica que hemos llegado y él hace amago de su galantería y me deja pasar, aunque no lo hago– sino sales por las buenas, te vuelvo a cargar –no dejo que lo haga, salgo corriendo del elevador antes de que pueda alzarme– pensándolo bien, debería meterte a mi departamento en brazos, como hacen todas las parejas de casados
–Eso ya pasó, llevamos casados poco más de una semana –lo veo abrir la puerta de su departamento– comienzo a creer que fue un error haber aceptado...
De nuevo vuelvo a decir en voz alta lo que quería pensar, lo miro de reojo, no se ve afectado por lo que dije, tal vez ni le interese.
–Mi abuelo me dijo sobre la herencia que obtuve por haberme casado –comento para tratar de olvidar mi último comentario– ahora entiendo por qué Eriol insistía en que me casara, lo que no entiendo es por qué no me lo dijo antes, tal vez me hubiese evitado todo esto –suspiro–
No dice nada, no lo culpo, yo igual me quedé sin palabras cuando el abuelo me contó.
–Creo que sé la razón –continúo hablando– a pesar de todo lo que hace es mi padre y creo que le hubiese cedido todo en cuanto me lo dieran –juego con mis dedos, tal vez si me lo hubiesen dado hace tiempo en eso hubiese acabado– por eso, pensé que tal vez tú podrías hacerte cargo, ponerlo de inversión en la constructora.
–Gracias por la confianza, Sakura, al menos ya me pides ayuda en algo –comenta irónico, mientras lo veo caminar a su cocina– ¿qué te apetece para cenar? Tendremos que pedir, porque no tengo nada y no he tenido tiempo de encargar lo que necesito –informa–
Voy tras él y observo todos sus movimientos, me recargo en la puerta, y es que sus trajes a medida lo hacen ver tan sexy.
–¿Te gusta lo que ves? –lo sexy se pierde en su comentario, dejo los ojos en blanco, la verdad es que sí me gusta lo que veo, pero no lo pienso aceptar–
–Estoy tratando de hablar cosas serias y me sales con ese comentario, en verdad que no te entiendo –me pongo lo más seria posible y me cruzo de brazos, aunque no me tarda mucho, mis pensamientos me traicionan, y más teniéndolo a él frente a mí, comienzo a reírme como una loca–
–Si me cuentas el chiste te acompaño en tu risa –lo veo dejar el vaso en el que bebía agua–
–Lo siento, yo me entendiendo –limpio unas pequeñas lágrimas– ¿por qué tú no vas de compras? ¿quién te limpia el departamento?
Observo todo el departamento, todo está en su lugar, no se ve nada regado como en la oficina, esa si es un caos, sino es por Hiro, Shaoran tendría todo tirado.
–No tengo tiempo para ir al súper, tengo un trabajo demandante y últimamente, parte de mis tardes las dedico a ver cómo está quedando la constructora que tendremos, y en cuanto a lo otro... –acepto los folletos de comida que me da– suelo mantener limpio el departamento la mayor parte del tiempo, los sábados viene una señora a limpiar, pero es mínimo lo que hace... tienes mucha suerte, estoy acostumbrado a recoger mi desorden.
YOU ARE READING
Secretos del cerezo.
FanfictionEsta es la perspectiva de Sakura con respecto a la historia "El dulce aroma del cerezo" Espero que les guste y responda las dudas que les haya surgido en la historia anterior. Algunas partes se repetirán, como los diálogos entre Sakura y Shaoran, s...