Miguel se miró en el espejo, sus ojos estaban rojos y su piel llena de marcas moradas y verdes. Podía sentir como él seguía golpeandolo, lo seguía sintiendo apesar de que eso sucedió ayer.
No entendía que había pasado, él siempre fue respetuoso con su cuerpo y cuando Alex nació fue aún mejor. No entendía desde cuando se había vuelto tan violento.
Esta pasando por una mala racha: lo justificó.
Cubrió sus marcas y limbio su cara para mostrar su mejor sonrisa. Alex no podía saber nada de lo que pasó ayer.
Se miró de nuevo en el espejo. Todo estaba bien: se decía internamente.
Las personas tenemos malos días.

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𝑳𝒂 𝒑𝒖𝒆𝒓𝒕𝒂 𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒕𝒂
Short StoryCuando amas a alguien dejas que te destruya pensando que aguartar es la muestra de su amor. Sin embargo, es la muestra del poco amor que te tienes a ti mismo...