—No lo estás pensando bien mi amor — se poso frente a él deteniendolo — no puedo vivir sin ti.
—Eso hubieras pensado antes de hacerme daño Rubén. Quien ama no lastima, y tú lo has hecho muchas veces contigo.
Miguel siguió caminando con su maleta en malo y en la otra la mano de su pequeño Alex quien sonreía con alegría.
—Por favor para, haré lo que me pidas — pidió arrodillado —. Puedo cambiar, puedo hacer lo que quieras, pero por favor perdoname.
—Hazlo por ti mismo Rubén, yo ya no seguiré aguantando tu maltrato.
Salió de la casa con pasos firmes y seguros sintiendo al fin el aire en sus pulmones.
—Por favor, ¡yo te amo! ¿A caso tú a mí ya no? — exclamó Rubén entre lágrimas.
Miguel paro, miró unos segundos a su marido para después suspirar.
—Te amo demasiado Rubén — confesó entre lágrimas —, pero me amo más a mí y a nuestro hijo.
Sin mas subieron al auto y comenzaron a alejarse lentamente.
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𝑳𝒂 𝒑𝒖𝒆𝒓𝒕𝒂 𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒕𝒂
Short StoryCuando amas a alguien dejas que te destruya pensando que aguartar es la muestra de su amor. Sin embargo, es la muestra del poco amor que te tienes a ti mismo...