Sus manos estaban llenas de marcas y su cuerpo completamente débil. Intentó seguir su camino, pero cuando estaba a punto de llegar a su escritorio cayó.
-¡Miguel! - exclamó la castaña.
Se acercó a él y lo ayudó a levantarse mientras las demás lo ayudaban a recoger los papeles. An miró a su amigo y al ver su rostro marcado y su cuerpo muy delgado sintió algo horrible en su pecho.
-¿Qué es lo que ha sucedido contigo Migue? - preguntó completamente triste.
-Yo no lo sé.
-Necesitas ayuda - murmuró asustada -. Mira, se lo que pasa y quiero que estés bien - le dio una tarjeta -. Visitala, ella te ayudará mucho para salir a delante. Como tú... Yo también he estado en esa situación.
De pronto entró Rubén azotando la puerta, todas las chicas del lugar lo miraron mal mientras el menor le sonrío débilmente.
-Muévete Miguel. Tenemos que ir por algo.
-Hey - regaño la castaña - ¿A caso no ves lo mal que está? - preguntó molesta - Miguel no puede ir a ninguna parte que no sea el hospital.
-Estás loca, tú no sabes nada - hablo jalando de Miguel -. Ahora vamonos.
Con un fuerte jalo el pequeño Miguel fue guiado hasta la salida mientras la pequeña castaña miraba mal al muchacho.
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𝑳𝒂 𝒑𝒖𝒆𝒓𝒕𝒂 𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒕𝒂
Short StoryCuando amas a alguien dejas que te destruya pensando que aguartar es la muestra de su amor. Sin embargo, es la muestra del poco amor que te tienes a ti mismo...