Another Life / Frerard.

9. some days I can't tell if my body belongs to me

Cradles - Sub Urban.

Estaba despierto, más no abría los ojos aún, comprendía lo que sucedía alrededor, no...definitivamente no entendía lo que pasaba, sólo percibía los distintos sonidos.

Escuchaba los apresurados pasos de las personas entre el césped, se quejaban atemorizados y gritaban.

Escuchaba el galope de los caballos, y los gritos de lo que supuso que eran jinetes, estaban cerca, pero no lo suficiente.

También lograba oír voces conocidas a pocos centímetros suyo. Sentía parte de su frente mojada, seguramente estaba sudando...llevó su mano hasta aquella parte, cuando palpó, su cabeza dolió.

Abrió los ojos lentamente, volvió a ver su mano, el espeso líquido estaba manchando sus dedos, volvió a tocar en la zona, parte de su ceja sangraba. Llevó su mirada al ambiente, personas con ropa vieja, cómo de campesinos, corrían de un lado a otro cargando canastos; una voz lo sacó de sus pensamientos.

.-¡Levántate Gee! Van a alcanzarnos-. Levantó la mirada.

Mikey.

Su rostro estaba lleno de tierra y no traía lentes, su expresión delataba miedo. Más atrás se encontraban sus padres, mirándolo con preocupación.

Sin más, se puso en pie y corrió junto a ellos, no tenía idea en donde estaba; pero supuso que había funcionado.

Luego de unos segundos, una silueta familiar se hizo presente, corriendo junto a el.

.-Pense que ibas a abandonarme-. Habló agitado y en tono bajo, para que su familia no le escuchara "hablar solo".-Te prometí que no lo haría-. Sonrió el peli negro.

.-Déjame ponerte en contexto...-empezó, al parecer el chico de vendas en las muñecas no se cansaba al correr y hablar al mismo tiempo, ¡pero como no! Estaba muerto.

.-Transcurre el año mil seiscientos o setecientos, no lo sé con certeza, en este tiempo era muy común tomar gente corriente y convertirlos en sirvientes para la realeza, y si...Frank hace parte de ella...Es el hijo de los reyes. Es un príncipe.- Dijo y el mayor sólo maldijo por lo bajo.

.-Creo que deberías dejar de correr ahora-. Habló el otro, confundiendo al teñido.- Si huyes, no conocerás a Frankie, debes sacrificarte por tu familia-. Inmediatamente se detuvo, obedeciendo.

Su familia también se detuvo, mirándolo extrañados.

.-E-Escuchen, ellos van a alcanzarnos, sin importar cuánto corramos...no van a dejarnos en paz; y-yo...voy a ofrecerme-. Dicho esto, sus parientes pusieron una expresión de pánico.

.-No lo hagas hijo, aún tenemos tiempo para huir-. Suplicó su madre, él le sonrió tiernamente y unió a la familia en un abrazo mientras susurraba.-Algún día volveré a verlos-. El otro Gerard rió.-Creo que eso no se va a poder-. El mayor sólo le dedicó una rápida mirada molesta para que se callara.

Segundos después, avanzó varios pasos al frente, y gritó para que lograran escucharlo.-¡Voy a ofrecerme!-. Dos jinetes bajaron de sus caballos, se sonrieron el uno al otro y asintieron. Sin decir nada, lo tomaron de las manos y se lo llevaron.

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Las películas se quedaban cortas con la descripción de los palacios, eran más preciosos que en estas y Gerard no podía dejar de observar. Lo dirigieron hasta un gran salón; en cada lado de la habitación habían por lo menos diez soldados o guerreros, como decían en esa época. En la habitación habían también unos cinco muchachos más, que al parecer "capturaron".