Día 8

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Enero 19 - 20 días para el cumpleaños

Fue un gran día en la playa, hice dos amigos, Maximiliano al que prefiero decirle Max, no le agrada su nombre y mucho menos a mi. Está Gustavo el cual no tuvo problemas en que le diga Gus.

Isabel le echó mucho el ojo a Gus, de hecho, estuvo coqueteando con él pero no le prestó atención. Creo que lo ha dejado quieto.

Hoy los dos vendrán al hotel a pasarse un rato con ambas. Hablando, obvio.

Al parecer ellos están de vacaciones y se quedan en el mismo hotel. No le enteramos nada a Ana y mucho menos a su mamá, no sabemos si nos dejará estar con ellos en la habitación y aparte de eso, nos iremos en la noche, espero y a la mamá no se le ocurra salir a ninguna parte. — ¿decías algo? — quité los auriculares de mis oídos

— que le abras a los chicos, eso, sorda — sigue en su celular.

Me levanté y fuí a abrir.

Estaban los dos ahí, vestidos informal; lo casual. — Hola, Jessa — besa mi mejilla

— Hola Gus, pasa — me aparté para que entrara

— Hola, Jessa — Max amaga un beso en los labios pero se rinde y lo da por hecho en la mejilla

— pasa

Cerré la puerta a su paso. Me quedé en la mini-sala de la habitación junto a Isabel y los chicos.

Me senté al lado de Max y Gus con Isabel. Cada mueblesillo es para dos personas. — ¿qué han hecho hoy? — pregunta Gus y se cruza de piernas

— nada — resopla Isabel de mala gana

— lo mismo — dije con una sonrisa y algo tímida

— ¿se la han pasado aquí sin hacer nada? — me tiene fija la mirada en mis ojos.

Me encogí de hombros.

— ¿y su compañera? — Isabel le da un codazo en las costillas — ¿qué?

— ¿en serio? ¿nuestra compañera? — lo fulmina con la mirada

— cállate o te ganarás una paliza de Isabel, acuerda de que le gustas

— ¿de verdad? — se dirige a ella ceñudo

— si — balbucea con la mirada fija y muy seria

— bueno, besar sirve de reconciliación — ríe. Le propiné un codazo en las costillas

— ¿en serio lo harán? — miré atenta a ambos

— yo lo hago — dice cerca de su cara.

Vi una sonrisa apunto de salir de los labios de Isabel, ahí, solo lo está provocando.

Gus se le acerca a besarla pero a pocos centímetros de sus labios ella se aparta. — pero no, tengo novio — ríe y sigue en su celular

Reí. — clásico

Me mira. — ¿de qué te sirve decir clásico si nunca lo has hecho? — Oh

Sentí que mi risa se apagaba lentamente. — ¿de verdad? — resopla Max sorprendido

Asiente. — para que veas — solo intenta quedar bien

Se voltea a mi rápidamente, aprieta de mis mejillas y pega sus labios con los míos rápidamente. Los movía, no le seguí el beso.

Cómo pude intenté apartarlo de mi y para cuándo lo logré me levanté del mueblesillo con rapidez.

Sudor y respiración acelerada daba eco en la mini-sala. Isabel y Gus me miraban ceñudos.

365 días para cambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora