365 días para cambiar

Día 9

Enero 20 - 19 días para el cumpleaños

Me arreglé rápido y bajé a desayunar como de costumbre. Mi mamá tomaba café sentada en un pequeño sillón frente a la tele. Su canal favorito apesta.

Vi mi desayuno sobre la mesa, huevos cocidos y sándwich de queso y mortadela.

Me senté a comer pacientemente para luego partir rumbo a el colegio.

La veo levantarse del sillón y llevar el pocillo (supongo) vacío hacia la cocina. — buenos días

— buenos días — dije con la boca llena pero cubrí a esta con la palma de mi mano.

— levantaste temprano — sale de la cocina y se apoya sobre el marco de la puerta de esta — no me di cuenta a que hora llegaste anoche; entré a tu cuarto y ya te había visto durmiendo — se cruza de brazos

— si, estaba cansado el paseo — me levanté con el plato vacío, unas cuantas migajas se lograban ver sobre este

— ¿te gustó? — dice una vez pasé a su lado para dejar el plato sobre el mesón de la cocina

Asentí al regresar a la sala. — disfruté de la compañía de Ana, la de su mamá y... — pause

Si le decía que habíamos ido con Isabel no volvería a confiar en Ana y su madre y posiblemente nunca más me dejaría salir con ellas. — ¿fueron con Isabel?

Negué. — ya me voy

— ¿sabes si pasará por tí Ana? — su voz se escuchó lejana

— no tengo idea — respondí subiendo escaleras rumbo a mi cuarto

Tomé mi celular y mensajes de Isabel y Ana asomaban por la pantalla.

Isabel

Hey, te espero afuera para irnos juntas
Jessa...
Jessa...
Estoy al lado de tu casa, sal

Ana

Estoy con Isabel
Baja
Vámonos juntas
También debo contarle algo a ambas, sobre mi...
Vamos! Se nos hace tarde Jess

Tomé mi bolso y bajé las escaleras casi de inmediato. — hasta luego — abrí la puerta y la cara de Ana con el puño alzado para tocar la puerta me obligó a no salir — que ya me iba

— pues vamos — agita su mano y empieza a caminar seguida de Isabel

Cerré la puerta y fuí tras ellas. — ¿se pusieron de acuerdo para buscarme juntas?

— fue idea de Ana — arregla su cabello y sigue caminando con vista al frente

— es que debo contarles algo — su voz sonaba muy contenta y no paraba de caminar de espaldas para ver en dirección a mi

— ¿sabes que si sigues caminando así chocarás con un poste? — volteó de inmediato pero poco después regresó a hacer lo mismo

— ¡habla de una vez! — le exalta Isabel y esta da un brinco asustada

— les cuento que he estado hablando con Jeampiere — puf, ya lo sé

— ya es hora que te empiece a gustar un hombre, ya tenía sospechas de que eras lesbiana — esta empieza a reír.

Se pasa...

Ana un poco bajada de moral. Nunca le ha agradado que la llamasen lesbiana por nunca haberle interesado un chico. Hasta ahora. — creo que eso ya lo sabía

— ¿cómo?

— te había pillado la conversación con él hace un día — coloqué un mechón tras mi oreja