365 días para cambiar

Día 15

Enero 26 - 15 días para el cumpleaños

Le dió un sorbo a su bebida y me miró. — ¿fuiste tú? Pensé que había sido yo — habló y dejó el vaso sobre la mesa de centro

Tomé más de la bebida. — ¿algún problema con eso? — hablé un poco avergonzada por atreverme a besarlo

Negó. — es normal — pasó una mano por su cabello despeinándolo un poco — pensé que te ibas a molestar por eso — me miró

Negué. — acabas de decir que es normal — sonreí y mordisqueo la boquilla del vaso, a decir verdad me encontraba algo extraña ante la situación con Arthur

— yo lo veo de esa forma, no sé tú — mordisqueó su labio y llevó el vaso a su boca para dar un gran sorbo

— me da igual de que forma lo vea yo — apoyé mi cuerpo sobre la mesa e inevitablemente sentía que le daba la espalda. Lo miré — ¿nos quedaremos aquí?

Se encogió de hombros. — ¿a dónde quieres ir?

Hice puchero. — ¿regresamos a el patio? — lo miré, volvió a encogerse de hombros. Le hice señal de que me siguiera de vuelta, caminé a el umbral de la cocina, reojeo para ver si éste me seguía y así era. Iba detrás mío.

***

Después de un largo tiempo intentando salir del interior de la casa para llegar a el patio, me di cuenta de que Ana se veía entretenida hablando tomada de las manos con Jeampiere y no me hacía a la idea de como los veía. ¿desde cuándo Ana se habría tanto con alguien?. Miré al rededor en busca de la cara de Isabel pero no había rastro alguno. Me volteé y el sorpresivo rostro de Arthur me exaltó, me habia olvidado completamente de su existencia. — ¿me acompañas a el baño? — asintió y le dió otro sorbo a la bebida, bebida la cual me estaba dando demasiadas ganas de ir al baño — ¿en dónde está? — hizo un ligero puchero y se volteó, caminaba de vuelta a el interior de la casa. Seguía su paso, había tomado su mano después de que lo había perdido de vista durante unos segundos. Del otro extremo de la casa, más allá de la cocina se encontraba aún más gente. Llegamos difícilmente a un casi desolado pasillo con una serie de puertas, casi al final de este se encontraba una puerta blanca de madera. Tiré de la perilla y la puerta de abrió, dejándome ver un estrecho baño que no costaba de ducha. — ¿me esperas aquí? — asintió y dió espalda a la puerta. Me adentré a el pequeño baño, cerré la puerta y encendí la luz la cual era blanca y muy opaca. Saqué mi celular para textear en éste.

Isabel

En dónde carajos estas?

Estoy con Hugo
Sigues en la fiesta?

Si, estoy con Arthur

Eso ya lo sé

Cómo?

A qué horas se irán?

No lo sé, Ana está con Jeampiere

No se ha dado cuenta de la hora?

Ni siquiera sé hasta qué hora la dejaron

Pregúntale Jess
En dónde te has hecho?

Estoy en el baño

Sola?

Si
Por supuesto