○ TOTAL DESASTRE ○

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La luz del amanecer le pegaba en toda su cara sacándole un gruñido. Pues en toda la noche no podía dormir hasta ahora, por pensar en lo que haría para conquistar al rubio.
Daba vueltas y vueltas sobre la cama; no se le ocurría nada, ni su lobo sabía que hacer.

Yg-¿Cómo le guste?- Miraba al techo teniendo la mano sobre su frente-¿Cómo lo enamoré?

-De hecho fue Jimin...Desde un incio él te seguía a todos lados, tú sólo lo dejabas

Yg-No estas ayudando en nada...

-Y si...empiezas con prepararle su comida favorita

Yg- No soy bueno cocinando

-Tonto pero tienes a Jin él te ayudara

Yg- ¿No hay otra opción?

-Primero, para que te ganes su confianza sería que lo dejarás salir de ese cuarto

Yg- Y enseñarle toda la casa, además de los jardines-Sonó animado- ...Pero...¿Y si escapa?

-Todo esto está bien protegido no saldrá a ningún lado

Yg-Pero...

-¡Puros peros! Has lo que quieras. Enamoralo como se te de la gana, tratalo como antes lo hacías o no se pero eso si... Quiero a mi Omega de vuelta

Yg-Suspiro- Ya entendí...Ya entendí

Se sentó, se sacudió el cabello y camino al baño. Debía de estar presentable para el desayuno. Tenía una idea pero no estaba muy seguro de que funcionaría.
Terminó su ducha y se puso lo primero que encontró, no se veía para nada mal, era como atrevido y tierno a la vez, era perfecto. Ahora solo faltaba ir por el Omega.
Caminó por los pasillos para llegar al cuarto del menor, sus piernas le comenzaban a temblar, su corazón empezó a latir muy rápido y sus manos sudaban. Para él Alfa volver a tener esa sensación se sentía asombroso, pero tenía miedo.
Llamó a la puerta esperando una respuesta, pero nada, ni un sólo sonido en aquel piso. Volvió a tocar y nada de nuevo.

Yg-Ji-Jimin...*¿Por qué tartamudie?*

Del otro lado de la puerta estaba un lindo Omega acurrucado entre las grandes cobijas, se veía tan adorable; por primera vez en ese cuarto pudo dormir tranquilo, al menos sin que ninguna "pesadilla" lo invadiera. Sin saber porque, su sueño se llenó de un sólo sonido; el de una puerta.

-Jimin

Hizo muecas, tratando de esconder su cabeza debajo de las sábanas.

-Jimin...Abre

Con pesades empezaba abrir los ojos pero sólo logró abrir uno para mirar a la puerta. Pero se volvió a aventar a la almohada.
De nuevo el ruido lo despertó, esta vez con algo de molestia miró a la puerta.
Por tercera vez fue despertado, ahora si que estaba molesto.

Jm-¡¿QUÉ?!

Yg- Soy-Soy yo...

Jm-*¿Ahora qué quiere?* ¿Qué quieres?

Yg- Sólo quiero invitarte a desayunar

Jm- No quiero

Yg- P-Por favor

Jm- Después de que me tienes encerrado ¡¿vienes a invitarme?!-El ceño del Alfa se estaba frunciendo, estaba perdiendo la poca paciencia que tenía

Yg- ¿Vas a bajar a comer? o ¿no?

Jm-¡No!

Yg-¡Bien! ¡Quédate encerrado!

-¡Jimin! ¿Qué crees qué estás asiendo?

MI PEQUEÑO OMEGA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora