Especial

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Todos estaban ocupados cargando cajas de un lado a otro, en especial los chicos ya que eran los que podían cargar esas grandes y pesadas cajas sin problemas.

—¡Yoon!

—¿Qué pasa rara? —el pálido dejó una caja de muchas en un mesa de la cafetería.

—¡Feliz Navidad! —alzó la voz mientras se acercaba al contrario y le ponía una bufanda de color rojo y blanco. —Te vez adorable, Yoon.

—Agh... —aquél pálido soltó un suspiro antes de reír a carcajadas. —Todavía no es Navidad rara, te pondré un recordatorio cuando lo sea.

—¡Ya lo sé! Pero es la primera navidad contigo Yoon, como mi amigo raro. — ambos rieron.

—Bien, es verdad. —el pálido negó rápidamente. —Y volverá a ser Navidad, ¿Que quieres para regalo?

—¿Me regalarás algo? ¿Enserio Yoon?— los ojos de la contraria se iluminaron con un brillo asombroso, era demasiado lindo ese destello que se asomaba de aquellos ojos café claro.

-Claramente no, no te regalaré nada. - habló con obviedad el contrario y la joven terminó golpeado en el hombro al contrario. -¿Desde cuándo duelen tus golpes?

-Desde que fui al gimnasio.

-Bueno, no importa mucho. - fingió desinterés antes de empezar a caminar junto la bajita. -¿Vamos a decorar el árbol? Escuche que cada uno colgaría algo que le guste.

-¡Es verdad! ¡Tengo una cosa para ti, Yoon! - alzó una mano antes de reír. -Pasemos al dormitorio, ¿Si?

-De acuerdo, vallamos.

Todos estaban apurados, pero cada minuto que pasaba valía la pena.

Ver cómo todo iba quedando iluminado y decorado de una manera tan linda, ¡Era asombroso!

Era difícil pero en un par de días lograron decorar toda la universidad de una manera única y especial.

Habían pasado ya cuatro días y la navidad estaba a la vuelta de la esquina.

-¡Dios Yoon! ¡El frió llegó! - habló mientras ponía sus manos enfrente de su boca para mantenerlas calientes con su aliento.

-No te vallas a enfermar, ¿Y tus guantes? - cuestionó el pálido con una ceja levantada, en segundos iba a regañarla.

-¡Ah! Yo esperaba que hubiera una nevada para poder tocar la nieve. ¡Pero todavía no!- hizo un lindo puchero aquella bajita antes de volver a soplar hacia sus manos.

-Mientras no nieve, te pondrás los guantes. - aquel pálido se retiró los guantes de sus manos antes de colocarlos en las manos contrarias de la chica.

-Yoon, no importa.. ¡Tus manos están tibias!

-Solo hasta que nieve, no pasará nada.- los guantes eran grandes, pero en el muy fondo el pálido no quería que se enfermara por el frió extremo que pasaba.

El pálido tal vez no era tan frío y sin sentimientos después de todo. ¿Verdad? Las lecciones han ayudado a mejorar eso, y cada vez es menos la espera para volver a tener en sus brazos a YunSoo, para volver a ser la pareja que antes eran o eso planeaba YoonGi después de Navidad.

-¿Vamos al árbol? Ya podemos colocar nuestras esferas Yoon.

-Vallamos, pero no te quites los guantes. - la bajita asintió ligeramente antes de empezar a caminar rápidamente.

-¡Corramos, o no habrán lugares! - la bajita empezó a correr siendo seguida por YoonGi quien la miraba con cierta sonría, era un caso perdido esa chica.

I Like It, Girl. «MYG; BTS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora