Pasiones | RB. [1]

03

capítulo tres.
“ocurrencia”

17 de Agosto, 2019.

Alana el fin de semana siguiente, por la noche se pegó a la televisión, sabía que River iba a jugar y que él estaría de titular después de revisar varias veces las formaciones y nada le emocionaba más que eso.

Conociendola ella podía ponerse contenta por todo sí se trataba de él, claramente siempre y cuando sea bueno para él.

Miro atentamente el partido en aquél sofá de su pequeño, pero acogedor departamento, era lo más simple que había logrado conseguir, pensaba que si seguía así en unos meses podría mudarse a uno más grande con más comodidades.

Los primeros minutos estaba algo indeciso el partido cuando sobre los 30 minutos del primer tiempo ella grito al ver el gol, nada menos que de Borré, y que golazo había hecho. La felicidad de esa noche aumento cuando el corría hacía un lado con la sonrisa de niño más grande que le había visto esbozar ella desde que él llego, sus compañeros fueron a rodearlo y felicitarlo mientras en la televisión pasaba la repetición del gol.

Disfruto su típico festejo de siempre, haciéndola reafirmar que sus dos pasiones unidas no perdía con nadie.

Solo un minutos después Rafa nuevamente había convertido y todos más Alana creían que la víctima favorita para que él le haga goles estaba posicionándose primero más nadie, Racing.

River había ganado esa noche 1 a 6, un resultado demasiado abultado y mostrando que todo el equipo se había lucido, así lo fue.

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El día después del partido lo jugadores lo tenían libre, para volver a los entrenamientos el lunes nuevamente, algo de trabajo regenerativo para los que había jugado el fin de semana.

Después de terminar la practica del día los chicos fueron a sus vestidores para algunos tomarse una ducha, otro en busca de sus cosas para marcharse ya que iban apurado.

Rafa llegó al lugar donde había dejado su mochila, dónde normalmente ya dejaba sus pertenencias. Busco su mochila y abrió para sacar algunas cosas cuando encontró algo que no era suyo y que él claramente no lo había traído ni visto antes de guardar y salir para la práctica afuera...

Era un sobre grande, color marrón, lo miro extrañado y también lo miro de la misma forma a sus compañeros, podía existir la posibilidad que sea alguna broma que ya acostumbraban hacer entre ellos, pero todos los demás parecían seguir su vida habitual y sin esperar alguna reacción de él.

Con calma y sin apuros solo se sentó y lo abrió, para seguir sacando las demás cosas después, pero dentro de aquel sobre se encontro con algunas fotos, sorprendido más porque eran suyas.  Todas eran del día del partido contra Racing, dónde marcó por duplicado, la ultima foto era de él festejando con los jugadores, sonrió notando claramente que era muy buenas fotos.

—¡Pero que fotón eh, comandante! —lo asustó el central, que se sentaba para sacarse los fútbol cinco, Lucas MQ, observando de reojo la foto que miraba el delantero

Borré solo asintió estando de acuerdo, Chino, como todo el mundo lo llamaba ahí, dejo de mirarlo para seguir con lo suyo. Rafael volvió a guardar todas las fotos en el sobre cerrándolo viendo en la parte de atrás algunas palabras escritas con birome negra.

Racing vs River. 17/08/19
Lindo goles, Rafa! A.

Al principio no lo tomo en serio, pero luego pensó y miro a su alrededor mirando si algunos de los chicos se reía o algo por si era una broma, iba a preguntar, pero lo dejo pasar guardó de nuevo el sobre con dudas en su bolso.

El día o mejor dicho turno mañana terminaba y la primera en siempre marcharse era Alana, aunque apuros no tenía, pero esa mañana no fue igual.

—¡Hey, hey! —levantó la voz un chico al ver que la chica estaba por delante.

Peretti miró hacía atrás extrañada viendo al chico de la caja de la confitería caminando dónde estaba se había frenado ella.

—¿Si? —preguntó confundida y pérdida.

El chico al llegar sonrío, mostrando que tenía una linda sonrisa.

—¿Alana, no? —la nombro haciendo que ella se sienta ya casi con miedo—.  No, no es nada solo que... —se rasco nerviosamente su nuca—. ¿Te vas caminando?

La chica quedo sorprendida ciertamente, no sabía porque el la estaba hablando o peor todavía, como sabía su nombre, pero suponía que si escucho que era de Peretti en la charla con el delantero también escucho su nombre.

—¿Yo? —musitó aún sin creerlo.

—Si... bah, o al menos que haya pasado otra Alana hace segundos y no la vi. —solto nervioso él y ella soltó una risa por fin, así que el continuo—. ¿Vivís cerca... De acá?

A esa pregunta ella frunció su ceño.

—Estoy pensando que querés algo que va a terminar con yo denunciandote en la comisaría.

El chico cerró los ojos brevemente y río negando, extendió su mano rápidamente.

—Ya nos conocimos en la confitería, bah, yo escuché tus conversación. —solto y se rió pero Alana no, incluye—. Me llamo, Tomas. Vivo acá cerca, tambien... Por eso te preguntaba.

Alana se queda recalculando y parece sonreír pero queda en la nada, sacude su cabeza y finalmente asiente, quería creer en las buenas intenciones del chico y quería creer que Dios había escuchado sus plegarias sobre hacer amigos.

—Eh... Si yo vivo por acá... —finalmente contesta pero todavía no iba a ser exacta.

—¿Vas caminando? —vuelve a preguntar Tomas, Alana asiente—. ¿No te molesta que te acompañe?

Alana niega, apenas así que se gira para continuar su camino, pero esta vez con él.

—¿No sos de acá, no? —interroga el chico alto, Alana lo observa, no era feo, era normal, en ese momento recordó que se parecía en parte en la forma de hacer mueca a un ex que había dejado en Entre Ríos, él al darse que cuenta que ella lo observaba aclara—. Juro que no soy un violador...

Alana ríe y quiere relajarse por momentos y niega.

—No, no soy de acá, vengo de Entre Ríos.

Tomás asiente y continúa su camino, él a diferencia de Alana si la había visto varias veces y para el era fácil a veces quedarse con la cara de alguien que le había llamado la atención, como lo fue justamente Alana.

Parecía que Alana iba a empezar a darle las cosas... O eso queremos creer todos.