Pasiones | RB. [1]

09

capítulo nueve.
“fail”

Alana.

Cómo se sabía, había aceptado salir con Tomas por dos cosas; Uno: quería despejar mi mente y no estar llorando en mi departamento que me sentía sola y no tenía nadie en la ciudad. Dos: Tomas me parecía un chico simpático entonces eso fue suficiente.

Pero al final de la noche como me había arrepentido de aceptar su invitación.

Esta noche no fue mágica, el cielo de por sí estaba como si fuera que se iba a caer y venir la tormenta más grande del año, aún así para Tomas no fue un impedimento porque fue a buscarme al departamento. Todo el camino a la cena mire como se iluminaba cada tanto el cielo por los relámpagos y se escuchaba los ruidos, me preguntaba si era alguna clase de señal.

Señal que quise ignorar, pero que efectivamente debí hacerle caso.

En cambio, Tomi solo decía que este clima hacía más especial nuestra salida, me lo tomaba con gracia claramente.

Me termina sorprendiendo ya que me llevo primero al cine, fue super bueno en serio, parecía perfecto y yo por fin estaba siendo normal en esta ciudad nueva para mí con personas nuevas, pensaba que cuando se lo contará a Anto, se podría feliz por mí, más que nada porque ella insistía en que si hubiera una oportunidad la aprovechará, de otra forma no me vendrían las cosas.

Al terminar de la película fuimos, recién, a cenar; desde el lugar donde nos habíamos sentado nos daba vista a la calle dada la ventana del local podía notarse como las gotas empezaban a caer.

Pareciera que por fin después de tanto amago iba a llover. Por ese momento pensé prefería estar en mi cama cuando el cielo se tornaba negro justamente como estaba esta noche, no era por Tomi y su compañía sino porque era mi actividad favorita con los días así.

Él fue todo lo que pudo conmigo esta noche, cariñoso, gracioso, atento, en fin, no parecía a el chico que estaba siempre tratando de levantarse a alguien por lo que me hizo sentir especial por un momento.

Aunque no duro mucho...

¿La razón? La razón entró por la entrada del restaurante como un rayo de luz a pasos apresurados y se acercó a nuestra mesa. Sin entender yo mucho, la rubia teñida que se paró en frente nuestro y miraba a Tomás como si fuera lo último que quisiera ver vivo, me sorprendió a mí y creo que a todos los presentes cuando estampó su mano en la mejilla de Tomas haciendo que el ruido se escuche en todo el lugar.

En ese momento me había quedado inmóvil, no entendía nada, igual que él. Pensaba que esto de verdad no estaba pasando y que estaba delirando, pero me confirmó que si cuando la chica empezó a gritar como si no importará que un mundo de gente en ese lugar la estuviera mirando, insultando a Tomas y diciendo cosas que el supuestamente le había dicho, cuando esas palabras de ella salieron de su boca y ahí medio que la entendí.