Pasiones | RB. [1]

07

capítulo siete.
“atención”

26 de septiembre.

Alana.

Pasaron cinco días en los que no había vuelto a saber de Rafael, las razones tan simples eran que me había ausentado del club por algunos problemas personales, la dirección me habían entendido y me habían dado esos días que pedí para resolverlo y volver a casa con mi familia.

Estaba siempre agradecida del trato que tuvo el club, la dirigencia estaba siendo muy comprensivos cuando sabía que lo que pedía era mucho. Más que yo era solo una “practicante” por así decirlo, pero se lo tomaron bien, por algunos momentos sentía como en casa, por su trato, eso era lo único que me ayudaba a que me sintiera más cómoda acá, y no tan sola.

Caminaba por los pasillos del club, calculando que la hora de entrenamiento ya había empezado hace unos diez minutos y más también, así que decidió mirar más tranquila los pasillos sin las voces de los jugadores. Hoy tenían un entrenamiento de ejercicios fisicos-tecnicos en la cancha reducida, los jugadores y cuerpo técnico se venían preparando bastante ya que en menos de una semana se jugaba la ida de la semifinal contra Boca, dónde ojalá me eligieran para estar, aunque seguramente si.

Observaba a los lejos todo el equipo estaba ahi con Marcelo a la cabeza y sus ayudantes, pero para mí sorpresa Rafa no. Dejó pasar eso casi al mismo instante que se me viene a la cabeza las palabras de mi papá diciéndome que disfrute mucho estos y que no me preocupara por mí mamá, que el la cuidaría.

Mi vista se nubla por un instante y como no sería bueno llorar allí, en el trabajo, saco algunas fotos rápidas y me doy la media vuelta para salir de allí, tal vez hoy sería el primer día que me vaya antes, todo me estaba afectando y creo que necesita mi tiempo, discutir conmigo mismo y pensar que era lo mejor en este momento.

Pasó por todos lados tratando de eliminar esos pensamientos y aprovechar esto que tenía, el club y que si lo dejara nunca podría volver, estaba segura. Llego caminando lento hasta por los pasillos que conducían a los vestuarios, siempre mi curiosidad entrar allí. Lo cumplí en el partido que Federico que me pidió que pase por el, que pasaba por el Polaco, pero obviamente no era lo mismo con los utilería entrando y saliendo, acomodando las camisetas que en un día como hoy que solo usaban la cancha para entrenamiento.

El pasillo es silencio total así que decido entrar para observarlo ahí, suponía que solo estarían las cosas de los jugadores que entrenaban ahora y vacío aparte de eso.

Pongo una mano en el umbral de la entrada, vacío como pensé desde ahí, observó todo se veía perfectamente acomodado y limpió, ya no quedaba más nadie.

Quise dirigirme al lugar donde había entrado aquella vez a dejar las fotos a Rafa, pero me sorprendo de verlo de espalda, desnuda, el ruido de mi zapatilla lo alerta y este se gira aún tratando de colocarse la remera de entrenamiento.