"-Como no funcione, me hago gay."
Solamente piénsalo: Tienes que idear un plan, un plan para encandilarla y poder llevártela a la cama.
Lo peor: Harry no sabe nada sobre el amor.
¿Pero quién dice que será tan facíl?
La virgen...
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H-A-R-R-Y
—Work, work, work, work, work, work...— muevo el culo en mi asiento.
—Oh, venga Harry—Jeremy golpea el volante mientras yo sigo cantando y moviendo el culo—. No seas nenaza.
—He have to work, work, work, work...— le golpeo en el hombro—, work, work.
—No, Harry.—Dice mirando a la carretera—.Stop.
—Vamos Jeremy.—Pongo la música a todo volumen—. He see me do me— le señalo con el dedo.
—Dirt, dirt, dirt, dirt, dirt, dirt...—sigue él.
En el viejo coche de Jeremy, algunas veces nos ponemos a bailar o a cantar, como ahora mismo. Otras veces nos callabamos para hacer las tareas que no hemos hecho en casa, mientras el otro conducía.
—Rihanna es mi beba, lo admito—digo—. Tengo un crush en ella y la shippeo demasiado con Drake.
Soy fan de ella desde Love The Way You Lie con Eminen. Sí, lo sé son canciones muy "románticas" para un "macho" como yo. Pero Eminen también me encanta y cuando esas dos estrellas se juntan, sus letras son explosivas. Y sus voces juntas son aún mejor.
Vamos cantando camino al instituto. Subiendo el volumen de las canciones y cambiando de emisora para ver si hay más canciones nuevas. Esto es lo que hacemos la mayoría de las veces cuando vamos a clases. Bueno, la mayoria de las veces no porque algunas veces no hacemos los deberes y tenemos que hacerla rápidamente en el coche podrido de Jeremy.
Digo podrido porque es un basurero andante. Vamos, con solo decir que un día creí ver una rata debajo del asiento... No le vedría mal un lavado a este coche, o al desguace directamente. No voy a mentir, me da asco este coche, pero es mi único transporte si no quiero pagar todos los días un billete de autobús.
—¿Lo cogiste todo? No dejes nada a la vista— pregunta cuando llegamos al aparcamiento—.No quiero que rompan a mi bebé por mierda tuya.
—Ya está roto—murmuro.
—¿Qué?— me mira enfadado. Mierda, no le gusta que se metan con su bebé.
—Nada, nada— muevo la mano mientras con la otra saco mi mochila—.Venga, vamos antes de que tu coche nos deslumbre con su brillante capote.
—Harry...— le pongo la mano en los hombros y le empujo para que ande.
—Sí, quien no querría tener un coche como el tuyo—digo con sarcasmo—Brillante, con asientos de cuero, con una marca super famosa y sobre todo con un motor así.
