Capítulo doce.

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[Por Emma]

Cuando Crowley llegó hasta la puerta de mi casa, deseaba con todo mi corazón quedarme un rato más con él pero debía regresar a su casa. Lo vi marcharse a plena luz del día y suspiré, luego de que le había dicho que no quería al ir Ritz porque me parecía muy inapropiado ya que era su lugar especial junto al señor Fell y yo no podía tomar su lugar... él me abrazó, por un momento todo se detuvo. Fue como si el tiempo no pasara, el cuerpo del pelirrojo se sentía más caliente de lo que alguien normal se sentía pero lo atribuí al nerviosismo que sentía tanto él como yo... pero el contacto que tuvimos, para mí fue algo inexplicable y especial.

Entre en la casa, no había nadie entonces podría disfrutar de mi soledad en paz. Tomé una ducha rápida y luego desayuné en la encimera pero casi de inmediato mi móvil sonó, creo que era mi madre pero en verdad era Crowley por lo cual me sorprendió

—¿Hola?— dije al atender la llamada

—Hola querida, se que nos vimos hasta hace un rato pero quería invitarte a pasear... la realidad es que quiero hablar contigo— hablo Crowley, parecía estar entre nervioso y ansioso sin entender que pasaba

—Si, acepto salir pero ¿Que es lo que quieres hablar conmigo?— dije esta vez muy curiosa

—No desesperes, ya sabrás... Solo espero que no me abandones— habló el hombre, me pareció realmente extraño que me dijese eso

—¿De que hablas?— pregunté con una sonrisa en mis labios porque aquello me parecía un poco tonto

—No puedo hablar de eso por teléfono, debe ser en persona— aún se lo oía muy nervioso

—Esta bien, ¿pasas por mi? pero ¿a dónde iremos?— hablé cambiando de tema

—¿Te parece el ojo de Londres? Podríamos ver toda la ciudad desde allí, es romántico y privado— respondió el hombre proponiendo el lugar, lo medité un momento pero al final dije

—Sí, es un gran lugar para tener una charla— me intrigaba saber que era eso de lo que quería hablar conmigo: tenía dos opciones, la primera era que podía declarar su amor por mi y la segunda es que iba a intentarlo con el señor Fell... de cualquier forma estaría muy nerviosa hasta no oír lo que tenía para decir

—Bueno, en una hora pasaré por ti— me informó Crowley momentos después

—Bueno— fue lo único que le respondí.

Los nervios que sentía parecía que me iban a matar, me vestí con lo primero que encontré en el armario y coloqué un poco de maquillaje para tapar mis ojeras porque parecía que no había dormido en días, pronto oí el timbre de mi casa por lo que tomé mi celular y bajé las escaleras lo más rápido posible sin olvidarme nada, luego tomé mis llaves y salí de la casa con una gran sonrisa

—Hola— dije torpemente con un leve rubor en mis mejillas, creo que pensaba que era una cita

—¿Lista? —preguntó el hombre frente a mi, sonreí una vez más y asentí él me tomó de la mano y me sorprendió pero no reaccioné, simplemente entrelacé nuestros dedos para caminar hasta el Bentley. Mi mente iba de un extremo al otro, desde que era encantador para simplemente al final decirme que lo iba a intentar con el dueño de la tienda pero también pensaba que se había terminado decidiendo por dejar su pasado y darse una nueva oportunidad conmigo—. Estas muy callada— oí de pronto, me sacó de los pensamientos que tenía

—Solo estaba pensando un poco, nada extraño en eso— dije entre risas

—Es que hemos estado escuchando a tu banda preferida y no has cantado como sueles hacerlo todo el tiempo— habló el hombrea mi lado

La Encrucijada Del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora